El invitado: obras para prever inundaciones

Angel Girardi

Más de 7.500 millones de dólares solo en valor tierra bajo las aguas, nos hacen ver la magnitud y desgracia de esta contingencia climática sumada a la imprevisión que está soportando la pampa húmeda argentina.
A este valor inmobiliario de las 5 millones de hectáreas afectadas hay que agregarle la falta de productividad de las mismas en los aspectos ganaderos y agrícolas de toda esta gran región, que cada día, mes y año que avancen las aguas se irá incrementando esta enorme suma improductiva que hoy ronda aproximadamente en 1.000 millones de pesos anuales.
Ver todas estas pérdidas y más en un país endeudado, estando comprometidas varias generaciones de abuelos, padres, nietos, bisnietos y tataranietos es un despropósito.
Por ello al ser productores genuinos, que no solo tenemos la tierra en la escritura y la llevamos o llevábamos en la alpargatas, pues ahora parecería que hay que ponerse las patas de ranas, consideramos vital no traicionar un principio hidráulico universal que se ha traicionado. Ahí están las consecuencia.
El agua debe canalizarse desde las desembocaduras siempre aguas abajo, jamás se resuelve haciendo canales agua arriba.
Se dice con razón que había un plan maestro, pero todos sabemos que no se cumplió.
Hay que tener sentido común lamentablemente el más escaso de todos y descomprimir la cuenca baja del Salado.
Es inaudito que haya canalizaciones clandestinas, alcantarillas por doquier, que se corten terraplenes ferroviarios sin ton ni son.
Sabemos y sufrimos el embate de las aguas, somos productores agropecuarios no ictícolas. El problema está ahora, de ahí que el fondo hídrico no se puede poner en macha en el 2002. Debe funcionar hoy y requiere atención ya, porque el enfermero no resiste aspirinas requiere cirugías. Mañana será tarde.
Si Noé nos prestara el arco no podríamos poner nada dentro de ella pues todas estas riquezas han sido arrasadas.
Muy distinto es ver el agua sobrevolando la zonas afectadas a tenerla pasando por las rodillas, nosotros no queremos juicios al estado y despreciamos a leguleyos aprovechadores de estas situaciones, pero queremos un plan serio ya, es fundamental que no salga una sola máquina hidráulica a la calle sin un proyecto antes acordado.
Así como se vende un remedio con receta no puede haber ninguna máquina trabajando sin la correspondiente autorización de la dirección de hidráulica. Basta de cortar caminos, basta de mandar agua de una provincia a otra, es hora de tener un plan, los productores lo merecemos y los infractores deben pagar las culpas.
Es increíble que un país agropecuario como el nuestro, ahora tengamos Ministerio de Turismo y no de Agricultura, se ve que el gobierno piensa en los amantes del sky y la motonáutica. ¿No será la hora de tener un interlocutor válido en todas las reuniones de gabinete, yendo a la mesa por derecho propio y no de prestado teniendo en cuenta los difíciles y cruciales momentos no sólo climáticos que vive nuestro sector?
(*) Presidente de la Asociación de
Productores de Carne Bovina Argentina