Walter Gasparetti
Las Parejas. - Un médico pediatra de Rosario y un odontólogo de Casilda realizaron tareas humanitarias a pobladores del noroeste de Bolivia que habitan sitios que nunca fueron asistidos por profesionales de la salud, en el marco de una expedición a la selva amazónica. Los detalles del trabajo social, sumado a otra expedición a Guatemala, fueron relatados por sus protagonistas. El médico Gustavo Farruggia (33), del Hospital de Niños Víctor J. Vilela de Rosario, y el odontólogo Rubén Bianchi (29), tuvieron muy pocas horas para decidir una invitación del Rotary Club para formar parte de un viaje a zonas inhóspitas de la selva, en la que existen etnias que nunca fueron visitadas. La misión, denominada Madidi XXI, perseguía el doble propósito de buscar a un biólogo de Noruega, que se extravió en un viaje anterior y del que no se tienen noticias desde 1997, y hallar a una etnia desconocida, descendiente de quienes habrían ayudado a construir las pirámides de los Incas. La tarea no fue nada sencilla si se tiene en cuenta que el lugar es un parque nacional que posee uno de los reservorios más grandes del mundo. En rigor el parque Madidi posee una superficie de 20 mil kilómetros cuadrados y está ubicado al noroeste de Bolivia. En esa zona, la selva comienza en las últimas estribaciones de la cordillera y se extiende hacia el centro del territorio del país vecino. El equipo -formado por los dos santafesinos y otras siete personas- se radicó en el pequeño poblado San Fermín. En ese sitio observaron enfermedades como la leshmaniasis, la fiebre amarilla y problemas cutáneos que los profesionales sólo habían conocido a través de los libros. La delegación estuvo integrada además por el director de una revista de Bolivia, un antropólogo visual, otro médico boliviano, una socióloga, un ex campeón mundial en escalamiento y dos guardaparques que conocían el sector. La necesidad de realizar tareas sanitarias y médicas curativas es imprescindible en esa región porque existe un cuadro de salud que los médicos calificaron de dramático. En ese contexto, una persona debe caminar durante cinco días para llegar al hospital más cercano. "Hemos visto una realidad dura, distinta a la nuestra y observado patologías no habituales, como la lepra blanca que sólo habíamos conocido a través de los libros. Pero a la vez no encontramos casos graves de desnutrición como suele ocurrir en esta región", explicó el médico Farruggia. Por su parte, el odontólogo Bianchi encontró patologías comunes a las que existen en nuestra zona y quedó sorprendido con un caso de leshmaniasis en boca. "A raíz del poco acceso a comida elaborada encontramos una dieta no adecuada para la boca", dijo. El director de la expedición, Pablo Cingolani, fue quien encabezó el grupo en el primer viaje a ese lugar. A través de un artículo publicado en la revista "Nueva", se puso en contacto con el rotario parejense Eloy Baigorri para ultimar los detalles de una nueva expedición "Vivimos una experiencia humana indescriptible. Creo que fuimos a buscar algo de aventura, algo que a uno lo eleve humanamente. Pero sobre todo como médico, aunque sea una sola vez, hacer la medicina que uno siempre soñó, en pleno contacto con la naturaleza", relató Farruggia.
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