Doha. - Para la construcción de su imperio financiero, el líder terrorista Osama Bin Laden explotó todas las posibles zonas grises de la economía e incluso la criminalidad organizada. Para no dejar huellas con transferencias bancarias, Bin Laden, que estudió administración de empresas, se aprovechó de prácticas financieras centenarias de China, el sudeste de Asia y el mundo árabe y musulmán: el llamado sistema "hawala" para enviar dinero y las donaciones de beneficencia. Debido a que en estos sistemas no existen ni las cuentas, ni recibos ni facturas u otro tipo de documentos, es muy difícil seguirle la pista a la red de financiación de los terroristas.
Debido al mal uso de las redes "hawala" en favor del terrorismo, el sistema, muy usado por los inmigrantes musulmanes, es considerado por los expertos como "una de las formas más peligrosas de la criminalidad internacional". El significado original de "hawala" es "confianza", pues se trata de una forma muy sencilla, barata y rápida de hacer transferencias bancarias.
El inmigrante que quiere enviar dinero a su familia del otro lado del globo busca al comerciante de "hawala" y le da la suma en efectivo. Por fax, E-mail o mensajes a teléfonos móviles, el "banquero" informa a sus socios en el otro país del monto. La familia lo cobra con un código acordado con su pariente, por lo que el nombre y la dirección no cuentan.
Debido a que hay siempre envíos en ambas direcciones, con el tiempo las transacciones entre los dos socios "hawala" se equilibran. Los comerciantes cobran una comisión por hacer de intermediarios. Los tres países donde más destacan las actividades de estas redes son los Emiratos Arabes Unidos, India y Pakistán.
Negocios sucios
La confidencialidad del sistema hace que no sólo sea útil para los inmigrantes pobres, sino también para traficantes de droga u otros productos y políticos corruptos. Los comerciantes "hawala" pueden ser incluso personas muy destacadas que por su posición social quedan fuera de toda sospecha.
La organización de Bin Laden también recurrió muchas veces a las "maletas voladoras". Miembros de su grupo detenidos señalaron que hay emisarios con millones en dinero en efectivo todo el tiempo de viaje. Debido a que Bin Laden -pese a sus millones- tiene fama de tacaño, algunos de sus "correos" decidieron traicionarlo, uno de ellos porque se le negó un adelanto para la cesárea a la que debía someterse su mujer.
También las organizaciones caritativas han caído bajo la mira de los investigadores, porque se cree que muchas ocultan negocios sucios. "En los últimos años se ha reducido el número de países que apoyan el terrorismo. Eso significa que el apoyo público a grupos de beneficencia -que en muchos casos son terroristas- se ha convertido en un importante elemento para reunir donaciones y una fuente de financiación", señala en un informe el instituto político de lucha contra el terrorismo Herzliya, cerca de Tel Aviv.
Se recauda dinero en EEUU o Europa e incluso sin el conocimiento de quienes lo donan se entrega a grupos radicales. Pero además de en estas zonas grises, la red de Bin Laden, Al Qaeda, también opera en el ámbito de la criminalidad organizada. Arabes ricos de los países del Golfo habrían pagado por "protección", y además de estos sobornos el grupo se habría financiado con el narcotráfico y la venta de diamantes de Sierra Leona. (DPA)