El empresario Antonio Aguirre, quien apareció vinculado a la causa por la venta ilegal de armas al exterior por una cámara oculta difundida por un programa de televisión, quedó ayer en libertad porque el juez federal Jorge Urso consideró que faltaban pruebas para procesarlo en la investigación. El magistrado dispuso la falta de mérito del último de los Tres Mosqueteros, quien se entregó a la Justicia el miércoles y fue remitido al penal de Ezeiza. Luego de permanecer un mes prófugo y con pedido de captura, Urso pudo tomarle declaración recién ayer. La decisión del juez mantiene a Aguirre vinculado a la causa, al igual que el arquitecto Alberto Rossi y el también empresario Angel Papito Ramini.
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