Año CXXXIV
 Nº 49.295
Rosario,
viernes  09 de
noviembre de 2001
Min 13º
Máx 26º
 
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Efemérides rosarinas

De 1896: fiebre de edificación
La ciudad, con sus 91 mil habitantes, experimentaba lo que por entonces se definió como de "fiebre por la edificación". La Capital, motivada por los datos de un relevamiento de construcciones a la que tuvo acceso, explicó esta situación con los siguientes conceptos: "Desde hace tiempo se viene notando en Rosario una especie de fiebre que se ha caracterizado con síntomas de un ruiseñor por venir: la edificación. Todo el mundo que puede y tiene con qué edifica o repara los desperfectos de sus propiedades, así los capitales que permanecían estacionarios sin más producción que el interés bancario del depósito en cuenta corriente o plazo fijo, se mueven e intervienen en objetos de general y particular provecho. General en lo que a ornamentación de la ciudad se refiere y en particular en el provecho individual que dejan las sumas invertidas en los edificios al dar una renta triple o cuádruple de las que entregan las casas bancarias o dan los que toman dinero a réditos; y todavía más: seguridad en la inversión y desaparición de las eventualidades a que pueda exponerse una inesperada insolvencia".

De 1935: Culaciati intendente
Asumió sus funciones como comisionado municipal el doctor Miguel J. Culaciati, quien ejerció la titularidad de la intendencia durante tres años.

De 1950- Centenario de Pinasco y Cía.
Fue celebrado el centenario de vida de la firma Pinasco y Cía, decana de las casas comerciales rosarina, ya que fue creada antes de que la urbe fuera declarada ciudad gracias a la visión y confianza que el vecino Santiago Pinasco tuvo del villorio que por entonces tenía tres mil habitantes. El depósito central se levantó entre las calles Urquiza y Sargento Cabral.

De 1890: domingo sangriento
Todo el descontento y la pasión provocada por la revolución de julio de ese año estalló en Rosario el domingo 9 de noviembre, en ocasión de concurrir distintos partidos políticos al acto electoral que tuvo lugar en el atrio de la Iglesia Matriz. En la plaza 25 de Mayo comenzaron los enfrentamientos. Un recio tiroteo entre los distintos bandos y la intervención de las tropas enviadas por el presidente de la República para garantizar el orden en los comicios dejó como saldo seis muertos y varias docenas de heridos.



Rosario, una urbe pujante a fines del siglo XIX.
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