| | Reflexiones Irresponsabilidad legislativa
| El país entero asiste absorto a lo que parece ser un siniestro espectáculo circense, en el cual se disputa un cinchada distributiva entre Nación y Provincias, sin que se advierta que la cuerda sobre la que se aplica la fuerza es el cuerpo mismo de la sociedad argentina. Los legisladores, so pretexto de defender los intereses provinciales, han votado la coparticipación provincial sobre la recaudación nacional del impuesto a las transacciones financieras. Lo han hecho a sabiendas de que este impuesto es, precisamente, la prenda misma que el gobierno nacional ha destinado para resolver el más grave problema de la economía argentina: la garantización de la refinanciación de la colosal deuda pública que condiciona nuestra misma subsistencia... Saben muy bien estos diputados que dicha votación constituyó un tiro al corazón del programa de refinanciación de la deuda estatal resuelto por el Ministerio de Economía, que fuera reclamado por los más diversos sectores de la sociedad. También saben que, sin tal refinanciación, el default desordenado está a la vuelta de la esquina. Son conscientes que una cesación de pagos unilateral y generalizada, sumirá a la Argentina en la peor penuria de su historia económica y social. Conocen que de la frágil confianza de los ahorristas, argentinos y extranjeros, depende la permanencia de depósitos en plazo fijo, que son la sangre misma de nuestro sistema financiero. No ignoran que lo que han votado es la peor señal imaginable en estos momentos para los mercados, de cuya confianza depende todo el programa de refinanciación de la deuda pública. Saben perfectamente que están cercenando muy peligrosamente el margen negocial del mismo Presidente de la República, en la nada frecuente ocasión de la entrevista que mantendrá con su par Estados Unidos de Norteamérica, de quien depende el apoyo de los organismos internacionales. Están seguramente informados que nuevamente se han puesto en fuga a los capitales. Que sin esos capitales, los Bancos no pueden otorgar nuevos préstamos, ni renovar los existentes, lo cual ya se advierte casi con desesperación. Que sin fondos depositados en los Bancos se paraliza aún más la ya lentificada economía. Que si se profundiza la paralización económica, se alientan las suspensiones y despidos, tendencia que no cesa. Que con ello, aumenta la desocupación y el drama que invade ya a millones de argentinos que nada han tenido que ver con estos desaguisados políticos y económicos que nos han llevado a la postración que hoy sufrimos, sin excepciones. A todo esto lo saben los legisladores que integraron la mayoría que ayer aprobó el referido proyecto coparticipativo en la Cámara de Diputados. Sin embargo, estos mismos legisladores, que se dicen nuestros representantes, al menos en la Provincia de Santa Fe, y en la mayoría de las demás, nada mencionan en relación a los esfuerzos que todos los estados provinciales y municipales deberían hacer para bajar el gasto público, y con ello los requerimientos de fondos, provenientes de impuestos que ya no se cobran sino parcialmente, simplemente porque los contribuyentes están económicamente destruídos y exhaustos. ¿Ha oído alguien, acaso, que en los ámbitos de la Provincia se esté pergeñando algún mecanismo para reducir el gasto público? ¿Es significativo que la Municipalidad de Rosario anuncie como lo ha hecho que bajará el gasto en $ 3.000.000, cuando ni siquiera menciona el enorme e injustificado costo del Concejo Deliberante que supera los $ 14.000.000, que podría reducirse a $ 2.500.000 (sí, lo que lee) sin que nadie sepa para que sirve, y donde podemos comprobar que se producen los mas penosos espectáculos políticos, y se transforma a la instrucción en una verdadera "máquina de impedir"? Como ciudadano argentino les digo: ¡Señores legisladores y gobernantes, no tienen derecho a estar donde están, si hacen lo que están haciendo! Y los exhorto: ¡No sean irresponsables, están matando a la Argentina! Anhelo, como tantos otros ciudadanos, que alguno de estos legisladores, algún día, sea capaz de alzar la Bandera de la Patria, y a viva voz, proclamar: ¡Señores, se terminó la fiesta, simplemente porque se acabaron los recursos! ¡Basta de despilfarros! ¡Basta de ejercicios dialécticos, vacíos de contenido útil para la sociedad! ¡Basta de demagogia bananera! ¡Basta de medrar con la ya destrozada economía de los argentinos! ¡Intenten construir lo que destruyeron! ¡Renuncien a sus ya impúdicos privilegios! ¡Ponganse a trabajar junto con la sociedad, pero ...todos! ¡No sigan negándonos el futuro, matando este presente! ¡Permítanos vivir en paz!
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