cartas

Informes poco claros

Estamos en una época en la que la gran mayoría de los jóvenes estamos a punto de elegir alguna carrera a estudiar, para quizás en un futuro no muy lejano "sobrevivir" a través de ella, cosa muy difícil en la Argentina de estos días. Tengo 19 y me dirigí al Iset, ubicado por calle Moreno frente a la Maternidad Martín, con el objeto de notificarme acerca de los requisitos para ingresar a la carrera de Locución para radio y televisión. Entre los ítems que detallaba la gacetilla informativa figuraban certificados médicos varios, audiometría, entre otros; pero lo que no figuraba en ese boletín era el pago de 30 pesos, para tener derecho a acceder a un examen, en el cual profesores calificarían a las personas que tienen o no aptitudes necesarias para ser locutor. La primera pregunta que le formulé a la empleada administrativa de turno es qué sucedía en el caso de que un aspirante a esa carrera no sea apto, es decir que no pueda finalmente cursar, sea "bochado". De esta forma la empleada aclaró que el dinero de ninguna manera sería reintegrado ya que con dicha suma se le paga a los profesores que vienen de Buenos Aires. Lo más interesante de esto, lo más ridículo, es que dicen que esos treinta pesos son para la cooperadora del año próximo, cuando la totalidad de los aspirantes no saben si van a cursar en el 2002. Clink, caja.
Sebastián Repetto