Remueven toneladas de tierra para rescatar a las víctimas

Una tormenta tropical dejó unos 350 muertos en Filipinas

El devastador fenómeno desató inundaciones y deslaves en el centro y sur filipino

Una devastadora tormenta que azotó el centro y sur de Filipinas "puede haber dejado hasta 350 muertos" dijeron ayer las autoridades. Las víctimas se registraron, principalmente, en la región conocida como Isla del Paraíso. Al menos 115 cadáveres fueron recuperados en cuatro provincias, en tanto que hay 234 desaparecidos de quienes se teme hayan muerto en la isla de Camiguin, sur filipino, dijo el director regional de defensa civil, Casiano Matela.
"Están sepultados bajo tres metros de lodo. Creo que todos han muerto", dijo el funcionario, refiriéndose a los desaparecidos en Camiguin, donde los equipos de rescate desarrollaban las operaciones de búsqueda, a pesar del hedor de los cadáveres. El gobernador de Camiguin, Pedro Romualdo, lloró en frente a las cámaras de televisión, diciendo que estaba conmovido por la muerte de muchos niños. Un día después de que una riada de lodo y peñascos se precipitó desde las colinas y aplastó cientos de viviendas en Camiguin, la tormenta tropical Lingling devastó la región de Visayas, centro filipino, desatando más inundaciones y deslaves.
Ciudades y poblados enteros de la región quedaron en la oscuridad y un túnel en la mayor explotación minera de Asia, en la isla de Cebú, se derrumbó, matando a 11 mineros.
Miles de residentes abandonaron sus viviendas a primera hora de anteayer cuando la tormenta azotó a Camiguin, conocida como la Isla del Paraíso por sus playas de arena blanca, cascadas en riscos volcánicos y rústico estilo de vida.
La tormenta azotó ayer las islas meridionales de Cebú, Panay y Negros y se esperaba que llegara hoy la isla de Palawan, oeste filipino, antes de dirigirse a través del mar de China meridional hacia Vietnam, dijo el servicio meteorológico.
"Creemos que el total de muertos aumentará, a medida que los socorristas siguen excavando en busca de más cadáveres", dijo el alcalde Benedicto Castanarez, de la devastada población de Mahinog, en Camiguin, una isla aledaña a la principal d e Mindanao, en el sur filipino. "Tenemos que sepultarlos de inmediato, porque (de no hacerlo) causarán una epidemia", agregó.
Al norte de Filipinas, un carguero de bandera panameña que transportaba madera de Indonesia hacia Hong Kong se hundió en un mar picado y 19 de sus tripulantes filipinos están desaparecidos, dijo ayer la guardia costera de Filipinas. (Reuters)

Apremio. Los filipinos temen posibles epidemias.