cartas

Un mundo mejor

Todo aquello había perdido su color, hoy vuelve a pintarse, pero sólo con el color del amor. Las cosas más importantes de uno y hasta las sin sentido, tienen forma, gracia, luz y no parece que todo está dormido. Quizás mi corazón permanecía aislado de las cosas bellas y buenas, o tal vez vivía a todas ellas y no las podía ver. Todo sigue marchando de la misma manera que antes, a lo mejor nunca se detuvieron, fui sólo yo, que quedé perdida en un rincón del tiempo. Ahora parece más raro el mundo, no está como yo lo dejé en un espacio vacío de la casa, no, todo tiene su razón...como la resistencia de mi alma. Premiaría a cada cosa que me volvió a dar vida, porque todos me ayudaron a saber lo que verdaderamente no quería creer; creer en este mundo que lucha tanto como yo, para un mundo mejor; para que en su tierra no se siembre dolor y en su aire no se respire temor. Para que cada uno pise el suelo sin rencor, también sin odio; sólo con la esperanza de poder ser un país que llega a creer, para luego cumplir noche a noche con sus ilusiones...que sin querer... se fueron perdiendo en un amanecer. Una argentina que se fue del país.
Alejandra Tripiana