El agente causal del sindrome urémico hemolítico es la escherichia coli. Si bien la mayoría de las cepas son inofensivas, y viven en el intestino de hombres y animales sanos, una de ellas es productora de una toxina denominada Shiga, que junto con otras características de la bacteria, son responsables de la severidad de las infecciones. La mayoría de las enfermedades causadas por E. Coli se han asociado con el consumo de carne molida de vaca, poco cocida, así como de leche y jugos no pasteurizados. Los más expuestos son los niños menores de 5 años y los ancianos.
La bacteria fue aislada tanto de ganado sano como enfermo, pero con mayor frecuencia en terneros, animales de tambo y en aquellos bovinos criados en corrales, ya que la alimentación con grano aumenta la acidez, favoreciendo la colonización de la bacteria. Se estima que la dosis infectiva en el alimento es muy pequeña.
La carne se contamina durante la faena por contacto fecal. Las bacterias presentes en las ubres de las vacas o en los equipos de ordeño pueden también contaminar la leche cruda.
La infección en los seres humanos generalmente ocurre por la ingesta de alimentos contaminados, pudiéndose transmitir también de persona a persona por la vía fecal oral.
Los síntomas de una infección por esta bacteria son:
* Diarrea acuosa
* Diarrea sanguinolenta
* Colitis hemorrágica
* Sindrome urémico hemolítico
* Púrpura hemorrágico
Complicaciones
El síndrome urémico hemolítico afecta especialmente a niños menores de 5 años y ancianos. Como consecuencia de ello se destruyen los glóbulos rojos y los riñones fallan. Aproximadamente del 2 al 7% de las infecciones presenta esta complicación que pone en peligro la vida.
En Argentina el sindrome es la primera causa de insuficiencia renal aguda y la segunda de insuficiencia renal crónica. Anualmente se manifiestan 300 casos nuevos.
Algunas personas están más expuestas a contraerlo. Ellos son los menores de 5 años y mayores de 60; aquellos que utilizan la terapia con antibióticos para el tratamiento de la diarrea, ya que aumenta la liberación de la toxina y el uso de agentes que disminuyen la motilidad intestinal.
Para prevenirla, lo aconsejable es:
* Cocinar totalmente la carne picada.
* Consumir leche y sus derivados pasteurizados.
* Consumir jugos pasteurizados.
* Beber agua potable.
* Lavarse las manos luego de utilizar los sanitarios.