Año CXXXIV
 Nº 49.293
Rosario,
miércoles  07 de
noviembre de 2001
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Noche de decisiones en Central Córdoba
La comisión directiva vuelve a reunirse hoy. Bulfoni puede renunciar o bien se limitarían sus poderes

A Bulfoni le pidieron la renuncia. La comisión directiva parece que se decidió a cuestionar al presidente. La renuncia de un dirigente y la posibilidad de que otros dos de peso den un paso al costado sería apenas un prólogo. Volvieron los cheques rechazados. El plantel no entrena en Pérez por eso y dos jugadores sufrieron otra vez la humillación de ser rechazados por el dueño del local donde fueron a comer porque el club no paga. En medio del caos en que se encuentra Central Córdoba, esta noche podría definirse la continuidad o no de quien lo preside, como así también la alternativa de limitarle los poderes que hoy ostenta y convocar a viejos directivos para que vuelvan al ruedo. Así andan en Tablada.
El lunes por la noche la comisión directiva charrúa salió de su ostracismo y se reunió de urgencia para encontrarle salidas a la crisis en que está sumido el club, tanto económica como institucionalmente, y de la que algunos de sus miembros apuntan como responsable a su presidente, Eduardo Bulfoni. En medio de un clima caldeado, el síndico Santiago Pesa le pidió que diera un paso al costado pero esa no parece ser la idea del mandamás de Tablada, quien fue reelecto a fines del año pasado y por una modificación en el estatuto, regirá los destinos del club por cuatro años y no por dos como era hasta entonces. Es decir, hasta diciembre del 2004.
El duro pedido de renuncia que le hizo el síndico no habría encontrado correlato en los demás miembros de la comisión, quienes de todas maneras llevarían adelante la idea de crear subcomisiones independientes para todas las áreas, a fin de limitar el poder de Bulfoni, quien hasta ahora se encarga de todo, excepto del baby-fútbol.
De todas formas, la comisión directiva quedó con menos miembros, ya que en el transcurso de la semana pasada renunció el vocal suplente Carlos Rodríguez, mientras que el vicepresidente primero Omar Vicente y el vicepresidente segundo Marcelo Geralnik amenazaron con irse hace algunos días si no cambiaba la conducción personalista del club.
Ambos estuvieron en la reñida reunión del lunes, que terminó después de la medianoche y en donde finalmente privó la moción de pasar a cuarto intermedio para hoy, a fin de convocar a ex dirigentes y a todos aquellos que deseen sumarse para realizar una apertura institucional y crear subcomisiones fuertes que descentralicen el poder de Bulfoni.
El titular charrúa no tendría pensado moverse de su sillón pero el lunes amagó con dar un paso al costado cuando alguien aseguró que, si él se iba, el empresario Roberto "Tota" Rodríguez volvería a poner dinero en el club como lo hizo hasta mediados de año.
En tanto, el mismo que le pidió la renuncia a Bulfoni habría contactado a Carlos Dávola (el presidente de la comisión de fútbol de Tiro Federal y quien tiempo atrás convivió con el titular charrúa en una comisión directiva, cuando el financista manejaba el fútbol infantil) para invitarlo a volver al club pero el empresario no quiere saber nada.
En medio de la crisis, ayer los futbolistas Claudio Emmert y Cristián Giacomini volvieron a sufrir el mal momento de que les digan que no podían almorzar en el lugar donde los envió Bulfoni (un local de comidas en San Martín al 4000), ya que había una deuda por saldar.
Además, los cheques con que se le pagó al sindicato de camioneros de Pérez para saldar una deuda de 500 pesos también fue rechazado y el plantel no puede volver a practicar en el lugar.
En medio de las pálidas, Central Córdoba define su futuro hoy. Su supervivencia está en juego.



Eduardo Bulfoni, el custionado presidente.
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