El ministro de Economía, Domingo Cavallo, anunció que en los próximos días se completará la entrega de 1.300 millones de pesos en Lecop a las provincias para que los Estados del interior puedan hacer frente a los sueldos y jubilaciones. El gobierno nacional tomó esta decisión mientras intenta reflotar el acuerdo con los gobernadores por un nuevo acuerdo de coparticipación federal, tras la ruptura del diálogo que se produjo la semana pasada. Con el nuevo plan económico en la calle, el gobierno quiere retomar las conversaciones con las provincias, un paso ineludible para conseguir el aval de los organismos internacionales a la estrategia económica. Hasta ahora, las gestiones no pasaron de los contactos telefónicos y expresiones de buena voluntad. Un termómetro del estado actual de las relaciones entre los funcionarios nacionales y los gobernadores se tendrá hoy cuando los diputados justicialistas intenten avanzar en un proyecto para coparticipar el impuesto al cheque. La movida fue fogoneada por los gobernadores como una forma de presionar al ministro de Economía, Domingo Cavallo, a firmar un acuerdo de coparticipación que no contemple quitas en el piso de transferencias y que sí incluya un plan para refinanciar las deudas de los Estados del interior. En esa línea, los diputados justicialistas intentarán reunir el quórum necesario para realizar una sesión especial. La idea es aprobar un proyecto que ya tiene media sanción del Senado. De todos modos, fuentes del bloque justicialista advirtieron sobre la posibilidad de no reunir el número de voluntades necesarias ya que algunos gobernadores enviaron señales de moderar el enfrentamiento con el Ejecutivo central. La razón es que, más allá de las posturas que se adoptan en las negociaciones, la mayoría de los gobiernos provinciales tienen que afrontar ahora el pago de sueldos, jubilaciones y a proveedores, y no tienen plata. Cavallo puso, entonces, la zanahoria de las Lecop. Ayer, al explicar el detalle de las medidas económicas durante una conferencia en el Banco Nación, dijo que en los próximos días se completará el envío de bonos por 1.300 millones de pesos a las provincias "a razón de una nómina salarial mensual". El ministro relató que "la entrega de estos 1.300 millones de Lecop, que son una suerte de dinero provincial que los organismos internacionales de crédito han admitido que incorporemos como forma de financiamiento de las provincias, van a permitir que las jurisdicciones locales normalicen el pago de aguinaldos, jubilaciones, sueldos y el pago a los proveedores". "Esa normalización va a ayudar al restablecimiento de la cadena de pagos y el aumento de la demanda; por eso provincias y Nación, todos, estamos interesados en poner en circulación los Lecop cuanto antes", insistió el ministro. El titular del Palacio de Hacienda recordó que "estas letras pueden ser utilizadas por las empresas o cualquier contribuyente para pagar sus impuestos y vuelven a las provincias en forma de coparticipación impositiva". "Las Lecops no van a desvalorizarse porque la cantidad de 1.300 millones está calculada de tal forma que, en las condiciones de deflación que estamos viviendo no tengan un efecto inflacionario, sino apenas un efecto restaurador de los niveles de demanda efectiva, que mejoren los niveles de la actividad económica", aclaró el ministro. Cavallo señaló que "la reactivación de la demanda requiere que la gente tenga ingresos para gastar pero además que pierda el miedo que la inhibe de gastar", y destacó que para aumentar los ingresos se completará el envío de las Lecop. Estos bonos ya empezaron a ser recibidos por provincias como Córdoba y Formosa y en los próximos días se extenderán al resto de los distritos. El gobierno de Santa Fe hasta ahora no exhibió voluntad de afrontar sus pagos con esta cuasi-moneda, aunque sí se inscribió en el sistema para recibirlas. Por otro lado, el tema de las Lecop es parte de las duras conversaciones que vienen manteniendo los gobernadores con la administración nacional. Es que la Nación pretende pagar con estos títulos la deuda que tiene con los Estados provinciales por no cumplir con el piso de coparticipación mientras que los mandatarios del interior aceptan que sólo la mitad de esa deuda se cancele con papeles.
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