cartas

Sorpresa y emoción

En la edición del 18 de octubre pasado, de La Capital, en Efemérides Rosarinas leí con sorpresa y emoción que en el mismo día del año 1941 se fundaba la Sociedad Casa de Italia, una de las más antiguas de la colectividad italiana existentes en la ciudad y que ha persistido en el tiempo a pesar de los difíciles momentos que debió afrontar a lo largo de sus 60 años de vida. Expreso mi sorpresa porque no se me ocurrió pensar que la Casa de Italia sería motivo de su aparición en las efemérides de la ciudad. Y emoción porque mi padre, Domingo, integró ese grupo inicial de los más de doscientos patriotas italianos que tuvieron la visión de fundar la institución que durante muchos años fue centro de reunión que congregó en su seno a un importante número de connacionales que veían en la Casa de Italia un lugar de acercamiento con su tierra nativa, azotada por ese entonces por la Segunda Guerra Mundial, y las consecuencias de un duro período de posguerra que quienes tenemos algunos años aún recordamos. Deseo agregar que la fecha del 18 de octubre de 1941 corresponde al acta fundacional y aprobación de sus estatutos, pero la Sociedad ya venía funcionando por lo menos desde el año 1937 y así lo atestiguan dos fotografías en mi poder con la fecha del 7 de agosto de ese año escrita al dorso de puño y letra por mi extinto padre. El acta de fundación fue suscripta en la sede social de calle Santa Fe 790, esquina Laprida, en el inmueble que fuese residencia de la familia Arijón, luego ocupado por la Asociación Amigos del Arte y posteriormente demolido para dar lugar a la construcción del conjunto edilicio existente hoy en esa esquina. Gracias señor director y gracias Miguel De Marco (h) por este hermoso recuerdo que me hizo evocar gratos momentos de mi niñez cuando de la mano de mi padre concurría a la sede de la Casa de Italia.
Vicente Pugliese, secretario de la Casa de Italia