La confirmación de los candidatos de siempre, el bicampeón Estudiantes de Olavarría, Atenas y Libertad, más allá de su irregularidad, y el soplo de aire fresco que trajo el recientemente ascendido Gimnasia y Esgrima La Plata, no termina de conformar un balance positivo al concluir la primera fase de la 19ª edición de la Liga Nacional de básquetbol. Algunos clubes debieron penar para poder cumplir con la primera de las dos cuotas del libre deuda y no sufrir la correspondiente pérdida de puntos, siendo los más angustiados Estudiantes de Olavarría (61.000 dólares) y Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia (20.000). Sin duda que todo eso contribuyó para que los espectáculos fueran pobres y la asistencia de público fuera menor a otras temporadas. Aquellos equipos que hicieron mejor las cosas fueron en definitiva los que consiguieron resultados positivos, aunque siempre dentro de una gran irregularidad en los rendimientos, algo de lo que incluso no escaparon tanto Atenas como Estudiantes de Olavarría, los dos máximos candidatos. Los clubes debieron hacer malabares para conformar sus planteles, porque jugadores de segundo y tercer nivel optaron por intentar la aventura de jugar en el básquetbol europeo, pese a que en muchos casos la retribución era igual o menor que la que percibían por jugar en el TNA. No obstante, el mayor drama fue la contratación de extranjeros, ya que como la inversión a realizar no era muy elevada (algunos clubes no podían pagar más de 10 mil pesos entre los tres), el material que le ofrecían no era el mejor. Los cuatro equipos: Estudiantes (O), Atenas, Libertad y Gimnasia La Plata, que al final de la primera fase lograron el derecho a jugar el Top 4 (se realizará del 9 al 13 de enero en sede a designar), marcaron una diferencia sobre el resto.
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