Con el objetivo de acelerar las negociaciones con las provincias, el gobierno nacional ha intensificado los contactos con los mandatarios provinciales y estima que entre hoy y mañana podría firmarse un acuerdo en torno a la coparticipación federal.
Urgido por la inquietud generada tanto en los organismos internacionales como en las autoridades de los Estados Unidos y de los países europeos acerca de la falta de acuerdo con las provincias, el presidente Fernando de la Rúa se reunió ayer con sus colaboradores para dinamizar las negociaciones.
Quienes comandan el diálogo con los mandatarios provinciales son el ministro del Interior, Ramón Mestre, y el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, en ese orden de protagonismo.
En ese contexto, el vocero del gobierno, Juan Pablo Baylac, indicó que "el acuerdo está muy cerca" de firmarse y "antes del lunes o el lunes mismo" puede quedar cerrado.
Si bien aclaró que no se tenían previstas reuniones con todos los mandatarios provinciales durante el fin de semana, admitió que se mantienen contactos con los gobernadores.
En ese sentido, trascendió que la confianza del Ejecutivo en un pronto acuerdo reside en que habría una importante aceptación por parte del gobierno, del petitorio que los mandatarios provinciales entregaron al ministro Mestre.
Anteayer, la reunión que mantuvo el canciller Adalberto Rodríguez Giavarini con los embajadores del G-7 (Estados Unidos, Alemania, Francia, Italia, Canadá, Japón y Gran Bretaña) dejó en claro que tanto las naciones más desarrolladas como el Fondo Monetario Internacional hacen hincapié en la firma de un acuerdo con los gobernadores como sustento político para el plan económico. Es por eso que De la Rúa busca acelerar las conversaciones con las provincias.
Si bien el gobierno tiene muchas expectativas en suscribir un acuerdo en las próximas horas, algunos gobernadores como Eduardo Fellner (Jujuy) y Sergio Montiel (Entre Ríos) pusieron dudas en que se concrete un entendimiento con la Nación.
"Tenemos una única posición y no nos vamos a dejar apretar y avasallar por el gobierno nacional", aseguró Fellner, quien advirtió que "si no hay acuerdo entre la Nación y las provincias, el país seguirá a la deriva".
El gobernador de Jujuy admitió que "hay una suerte de presión para que lleguemos a un acuerdo, pero no hay una actitud política de acordar una cosa que no sea razonable".
Montiel, con pocas esperanzas
Por su parte, el gobernador Montiel consideró que las posibilidades de acuerdo entre las provincias y la Nación "se han alejado".
"Cuando en los últimos días el gobierno cambió los términos del acuerdo se alejaron las posibilidades de que se vaya a firmar algo, y hasta el momento no se produjeron nuevas tratativas para acercar posiciones", explicó el mandatario entrerriano.
Los gobernadores exigen al gobierno el pago de la deuda que la Nación mantiene con las provincias, mitad en Lecop y mitad en efectivo.
Asimismo, aceptan ir con el Estado nacional a la renegociación de las deudas bancarias, con el objetivo de obtener una rebaja que lleve las tasas al 7 por ciento anual en lo que resta de esta año y hasta un 10 por ciento para el próximo período.
Precisamente lo que pretendía el gobierno días atrás era pagar la totalidad de la deuda con las provincias -que la administración central reconoce en 524 millones de pesos- en Lecop. Pero unos de los motivos de la ruptura del diálogo, sobre todo de parte de los gobernadores aliancistas, fue el dinero que el Ministerio de Economía le habría otorgado a Buenos Aires y Córdoba.
La Ciudad
