Año CXXXIV
 Nº 49.289
Rosario,
sábado  03 de
noviembre de 2001
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cartas
En cumplimiento del deber

Señor director, quiero referirme al artículo publicado en La Capital, el pasado miércoles 24 de cotubre, con el título "El síndico Bielsa, en problemas" y en la bajada se lee "Un legislador porteño denunció que "en nombre" del funcionario nacional se solicitaban "sobornos". La nota tiene su origen en la denuncia que hiciera ante mí el diputado de la Legislatura local Jorge Mercado, en presencia de un testigo. Los párrafos que se reproducen están tomados de la presentación que yo mismo hice ante la Oficina Anticorrupción y la Justicia: glosan dichos de terceros a los que no conozco que vertió ante mí el denunciante diputado Mercado. Ante la verosimilitud de lo expresado por Mercado, convoqué al doctor Ricardo Pérez Vélez, agente contratado de esta casa por entonces, también en presencia de testigos, y le pedí explicaciones. Estas, no me satisfacieron. Por lo propio, le solicité la renuncia al cargo. Conozco al doctor Pérez Vélez desde hace dos años, y es una persona por la que sentía afecto. No soy de negar mis amistades, aún cuando no sean circunstancialmente "políticamente correctas". Durante el fin de semana posterior a la denuncia y a la renuncia, mis sentimientos y mi intelecto estuvieron dando vueltas alrededor de qué era lo que debía hacer. No tuve tiempo de ocuparme de banalidades tales como el modo de salir personalmente mejor parado del penoso hecho. Finalmente, el lunes me presenté ante la Oficina Anticorrupción, y el martes ante la Justicia. Después ratifiqué la denuncia y presté declaración testimonial ante el juzgado del doctor Claudio Bonadío. Todo este episodio hizo prevalecer en mí atributos tales como el rigor, la inflexibilidad, el cumplimiento del deber a ultranza. No son los que prefiero. La humanidad es mejor por la caridad, la misericordia, la aceptación, esto es, por cualidades bien diferentes. No siento hoy que sea mejor persona que antes del episodio al que me refiero. En este contexto, decir "estaría involucrado en coimas y otros delitos" es una falsedad, que motiva mi carta. El juez dirá quién ha hecho qué cosa: espero que, como expresara el doctor Pérez Vélez, todo sea un malentendido. No tenía ninguna expectativa acerca de cómo usted se ocuparía del tema, pero francamente no creí que lo que fue el cabal cumplimiento de mis obligaciones pudiera ser presentado de manera tan tergiversada. Estos son los momentos en los que uno se pregunta si el desempeño de la función pública vale semejantes precios. La práctica consistente en igualar lo que fue una conducta inequívoca con la comisión de los delitos que he denunciado es una expresión del peor periodismo, y también es responsable del desaliento generalizado y del divorcio de la dirigencia con la gente. En ocasiones, castigar al que no lo merece es peor que no castigar al culpable. Recuerdo un dicho oriental: "malo es quien duda al castigar, pero peor es el que castiga sin permitirse dudar". No estaría de más que antes de poner un dedo en el teclado, quienes tienen tal responsabilidad lo tomaran en consideración.

Rafael Bielsa, titular de la Sindicatura General de la Nación


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