La licitación del sistema de transporte en red, que se planteó como la apuesta mayor de la segunda gestión del intendente Hermes Binner, no va más. Esto quedó finalmente confirmado ayer tras una reunión entre el secretario de Servicios Públicos, Miguel Lifschitz, concejales y los actuales transportistas, que son además oferentes de la fracasada licitación. Sólo falta que el intendente Hermes Binner firme el acta de defunción dejando sin efecto o declarando desierto este llamado. Con esta certeza, el municipio está diseñando ahora un plan de transición que durará cerca de dos años y que apuesta a mejorar y hacer más rentable el actual servicio de colectivos. Paralelamente, se elaborarán los nuevos pliegos para un segundo llamado a licitación. La historia vuelve a empezar.
Tal como lo anticipó La Capital en su edición del 29 de julio y aunque el intendente lo desmintió al día siguiente, la pretensión de instalar en el corto plazo un sistema en red, con coches articulados y centros de transferencia, se esfumó.
Tras participar de la reunión de ayer, la concejala radical Adriana Taller (alineada con el Ejecutivo local) dijo: "El proyecto del transporte en red es inviable por la situación económica del país y por los empresarios que se presentaron como oferentes. Sólo falta el acto administrativo en el que el intendente firme el certificado de defunción del proceso. Puede declarar desierta la licitación o dejarla sin efecto".
Taller añadió que "mientras se implementan las nuevas medidas a corto plazo para sostener el actual servicio, se elaborarán en el próximo año los pliegos del nuevo llamado a licitación y se llevará adelante ese proceso". En cuanto a las nuevas bases y condiciones, la concejala explicó: "La idea es que las empresas que cumplan con las medidas del plan de transición se vean beneficiadas con mayor puntaje si se presentan nuevamente como oferentes. Es una forma de incentivar a que presten un buen servicio en los próximos dos años".
Jorge Aseguinolaza, otro de los concejales que participó del encuentro, aseguró que insistir con el sistema en red tal cual lo propuso el Ejecutivo "fue un capricho porque se estaba licitando una ilusión, y ahora se terminó".
Aseguinolaza aclaró que "los plazos de la transición hacia el nuevo sistema tienen que estar determinados claramente para que los empresarios que hoy trabajan con concesiones precarias (todos, salvo las líneas 103 y K) puedan realizar las inversiones necesarias durante ese período".
Al ser consultado por La Capital, Lifschitz hizo una vez más equilibrio para no hablar de que la licitación fracasó. Prefirió bautizarla como una nueva suspensión, esta vez "por uno o dos años" (la primera se decretó el 5 de abril pasado, y por seis meses). Pero acto seguido admitió que el sistema que se licitó está lejos de poder implementarse: "Es el mejor sistema para una ciudad en crecimiento. Pero ahora hay que adaptar ese proyecto a la realidad de una ciudad y de un país que actualmente no brinda un marco de certidumbre". Es decir, habrá que elaborar nuevos pliegos y un segundo llamado.
"Todo está en análisis, también la posibilidad de llamar a una nueva licitación", reconoció finalmente el titular de Servicios Públicos.
Lo que se viene
Lo cierto es que en lo inmediato la Secretaría de Servicios Públicos y los concejales que integran la Comisión de Seguimiento del Transporte se pondrán a trabajar en la implementación de las medidas que serán parte del llamado "plan de transición". Estos son los seis puntos que están siendo evaluados: \* Pases libres: Racionalización de las franquicias a fin de evitar los "abusos" denunciados oportunamente por los empresarios del transporte. El pase para los jubilados y pensionados seguirá vigente, pero se limitará a una cantidad determinada de viajes.
* Medio boleto escolar: Racionalizar la entrega del medio boleto estudiantil para que llegue a manos de los alumnos de menos recursos. Los que asisten a colegios privados con aranceles altos no accederían a este beneficio.
* Boleto ocasional: Se bajará el precio del boleto con cambio justo que se compra arriba de la unidad (ahora cuesta un peso). Los empresarios del transporte reclaman que quede en 70 centavos.
* Tarjetas magnéticas con descuento: Analizan la posibilidad de implementar tarjetas con diez pasajes que tengan un descuento por la compra anticipada, en las que cada pasaje podría costar 60 centavos en lugar de 65. Actualmente sólo existen de dos y seis viajes a precio normal.
* Más subsidios: Se evalúa darle mayor oxígeno a las empresas de transporte a través de un aumento del subsidio que ya les brinda el municipio.
* Rediagramación de recorridos: Analizan la posibilidad de rediseñar algunos recorridos de las líneas para evitar la superposición y así reducir los costos.