OMC: pocas esperanzas para Qatar

El Mercosur presentó esta semana ante la Unión Europea su contrapropuesta para liberalizar el comercio interregional, que incluye bienes, servicios y compras de los gobiernos, en el marco de la VI Ronda de Negociaciones Birregional.
Funcionarios de la cancillería argentina indicaron que la propuesta sudamericana fue "bien recibida". La oferta implica reducir o eliminar aranceles para un universo de productos de origen europeo que representa el 33% del total importado por el Mercosur desde esa región.
Las negociaciones entre ambos bloques se produjeron una semana antes de la reunión de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en Qatar que se realizará entre el 9 y 13 de noviembre.
Desde la cancillería argentina se señaló que los países integrantes del Mercosur están convencidos de las ventajas del acceso al mercado de la Unión Europea, en "un marco de reglas claras y previsibles y sin las distorsiones generadas por las políticas públicas (subsidios)".
Pero aclaró que el inicio del proceso de libre comercio entre las regiones dependerá del cumplimiento de una serie de condiciones. Menciona, entre ellas, que Europa debe previamente "eliminar las distorsiones y las trabas al comercio recíproco, tales como los subsidios a las exportaciones, las ayudas internas, los precios de entrada de referencia, los picos arancelarios y las restricciones que generen el uso indebido de normas sanitarias y fitosanitarias".
Sin embargo, la esperanza de los funcionarios de la cancillería en materia de liberalización del comercio agrícola pasan a un segundo plano en el marco global de la reunión de próxima semana en Qatar. La discusión de los principales bloques económicos en esta oportunidad pasan por la interpretación del convenio de la OMC sobre la propiedad intelectual (conocido con las siglas Trips), y lo relacionado con las patentes de los medicamentos utilizados para tratar el sida y demás enfermedades.
Una muestra fue la reunión del miércoles de los embajadores de la OMC, última antes de la conferencia de Qatar. La mayoría coincidió en que existen escasas posibilidades para lograr un principio de acuerdo acerca del lanzamiento de una nueva ronda de conversaciones sobre la liberalización de intercambios. Ni siquiera lograron aprobar los borradores.
Seattle cambió también el humor de los negociadores. Desde entonces los ministros insistieron en que se negarán a acudir a un encuentro a menos que reciban garantías de éxito por adelantado, aunque los diplomáticos aceptan ahora que tendrán todavía trabajo pendiente en Qatar.
En este marco, las negociaciones sobre agricultura se encaminan a no sufrir grandes cambios respecto del actual escenario mundial.