Santa Fe. - El ministro de Gobierno, Lorenzo Domínguez, y el subsecretario de Seguridad Pública, Enrique Alvarez, concurrieron ayer a la Cámara de Diputados para informar sobre los graves acontecimientos que sacuden a esta ciudad en lo que se ha denominado la guerra del transporte, una pelea entre sectores sindicales y empresariales que ya ha costado un muerto, varios atentados y un joven que se debate entre la vida y la muerte con el 70 por ciento de su cuerpo quemado por un ataque al micro en que viajaba en la madrugada del domingo pasado. La reunión en la Cámara baja, que se extendió por casi dos horas, se realizó en la presidencia del cuerpo y fue a puertas cerradas, aunque antes de ingresar el ministro accedió a conversar con la prensa. "Contra este tipo de violencia demencial y las características tan particulares de este hecho no se puede hacer otra cosa que buscar a los responsables", sintetizó el funcionario. También dijo que "la gravedad del caso y el cariz que están tomando los episodios relacionados con el transporte público de pasajeros en Santa Fe hacen que muy pronto tenga que haber una revisión total de la situación". Aseguró que la policía provincial ha dispuesto un operativo especial sobre el que sólo brindó detalles a los diputados. No obstante, apuntó que a pesar del control "no podemos dar garantías de que un demente, un loco, un criminal que está sentado en su casa programando un atentado en el momento más inesperado no lo haga. En eso, esto se parece al terrorismo". La presencia del ministro en la Legislatura revela la gravedad que ha tomado el conflicto. A ello cabe añadir que en un comunicado los propietarios de la empresa Interbús han llegado a hablar de un autoatentado en relación al ataque al interno de la línea 4 registrado el domingo anterior. La empresa Interbus explotaba las líneas 10 y 10 bis y su permiso de concesión caducó por resolución del intendente Marcelo Alvarez, luego de haber producido un paro de los choferes nucleados en la UTA. Los empresarios Armando Farelli y Roberto Pérez manifestaron sentirse afectados por el paro iniciado a Interbus el 21 de septiembre por falta de aportes jubilatorios, un motivo que afecta a la mayoría de las empresas del sector, por lo que concluyen en pensar que el motivo fue una pantalla para ocultar un proyecto de intereses creados y apoderarse de la prestación del servicio".
| |