Para el plantel y los hinchas, la jornada de ayer trajo cierta dosis de alivio. Para los primeros porque recibieron una promesa de pago para el martes, que fue aceptada a regañadientes. Para los segundos, porque de esa manera, y gracias a la incoherencia que gobierna en el fútbol argentino, su Central no perderá los puntos. Pero en el medio quedaron muecas de preocupación. Para los hinchas, porque el dinero saldría, ¡cuándo no!, de la venta de un porcentaje de un jugador. Y para los empleados del club en huelga, porque deben esperar hasta hoy para ver si cobran algo. Por lo pronto, este conflicto se solucionaría y aunque no ocurra lo mismo con el de la EPE (ver aparte) o el de Utedyc, el partido de mañana ante Independiente no correría peligro.
La profunda crisis que atraviesa Rosario Central apenas alcanzó ayer un paño frío. Cuatro de los principales dirigentes renunciantes, el vicepresidente primero Juan Carlos Campagna, el vice segundo Ricardo Ferguson, el secretario Néstor Mascó y el tesorero Jorge Sauan, estuvieron toda la tarde en Palos Verdes para llevarle al plantel la propuesta de pago que fue aceptada tras una larga discusión.
Como el cuarteto dirigencial llegó apenas había comenzado la práctica, debió esperar a su término para dialogar en el vestuario durante casi media hora y esperar otro buen rato para obtener el veredicto de los jugadores. La oferta fue de un cheque para hoy de unos 83.000 dólares que se efectivizaría el martes, y si bien no todos la vieron de buen agrado, la aceptaron "por el bien de Central, para que no nos quiten puntos", según declaró Ricardo Canals.
El plantel, amparándose en la permeabilidad del acuerdo entre Agremiados y la AFA, aceptó sin romper lo que juraron, es decir, no firmar recibos de sueldos hasta tanto no se hagan efectivos. Claro que ello pudo ocurrir gracias a que no se respetó el día 25 de cada mes como fecha tope para presentarlos en AFA. Lo que Agremiados llevó a la AFA es una especie de acta donde el plantel afirma que está dispuesto a esperar hasta el martes.
Si bien los directivos no especificaron de dónde salió el dinero, es un hecho que un empresario rosarino habría comprado el porcentaje de un jugador, con una opción a compra definitiva. Dicho jugador sería un delantero y todas las suposiciones le apuntan al juvenil César Delgado, quien reemplazará mañana a Federico Arias, en un cambio para muchos inexplicable (ver página 4). También se mencionó una supuesta oferta desde México por Pizzi.
La otra cara de la moneda
Mientras el plantel recibió una promesa de pago, no ocurrió lo mismo con los empleados, a quienes se les deben 6 meses de sueldo, aunque a algunos directamente vinculados al plantel se les debería más. En este sentido, Campagna aseguró que hoy "se les hará una oferta concreta que estamos seguros servirá para levantar el conflicto" que paralizó la actividad de varios de ellos.
Algo similar expresó el tesorero Jorge Sauan, aunque sus palabras no son esperanzadoras para los empleados encargados de la mantención y limpieza del estadio que hasta ayer seguían de paro, ya que dijo que "vamos a seguir bancando lo no que se podría seguir bancando en este momento. Nosotros tenemos un costo inmenso y con 300 pesos, que es lo cobraría una empresa de limpieza, lo arreglaríamos", refiriéndose al estado de suciedad que tiene hoy el Gigante. Algo parecido expresó respecto al conflicto con Utedyc (ver aparte).
El plantel cobra el martes, los empleados parece que algo también, el partido de mañana se jugaría. Central encontró algo de oxígeno pero la crisis continúa.
La Ciudad
