Tres soldados secuestrados en la frontera entre Israel y el Líbano hace un año por las milicias shiítas de Hezbolá se encuentran "muy probablemente muertos", según dijo anoche el general israelí Gil Regev a los familiares de los efectivos. En base a la información recabada, Regev apuntó que las autoridades militares decidirán si declaran a los tres "víctimas de guerra cuyo lugar de entierro es desconocido". Los soldados, Omar Suvad, Benny Avraham y Adi Avitan, habían sido secuestrados el 7 de octubre de 2000, en una acción planeada con mucho cuidado. Sin embargo, en este operativo, según las evidencias obtenidas por Israel, los tres resultaron gravemente heridos o muertos, aunque Hezbolá intentó dar la impresión de que los rehenes aún estaban vivos y trató de "intercambiarlos" por presos libaneses. La organización se negó sistemáticamente a brindarle a Israel información acerca del estado de salud de los efectivos, y tampoco permitió que los visitara la Cruz Roja. El jefe del Hezbolá, Hassan Nasrallah, contradijo anoche (local) las versiones israelíes. Según el canal árabe Al Jazeera, Nasrallah describió las declaraciones israelíes de "intento inútil de inducir al Hezbolá a la entrega de información (sobre el destino de los soldados)". (DPA)
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