Santa Fe. - Tanto la policía como el municipio y los empresarios enmarcaron ayer en un "enfrentamiento entre bandas mafiosas" el incendio de un colectivo de la línea 4. El brutal ataque, en la madrugada del domingo, dejó un saldo de dos heridos uno de los cuales seguía muy grave al cierre de esta edición.
El transporte urbano volvió a circular desde las 5 de ayer, tras haber parado el domingo. El servicio se restableció con una custodia especial, tal como acordaron empresarios, choferes y la policía. En tanto, se intensifica la búsqueda de los autores. El incendio del colectivo dejó a Cristian Miño, de 25 años, con la mitad de su cuerpo afectado por graves quemaduras. Ayer se encontraba en estado desesperante en terapia intensiva del Hospital Cullen, asistido con respirador artificial. El otro herido, Mario Guillerón (21), está fuera de peligro.
No es el primer hecho violento en esta crisis terminal del transporte urbano capitalino, en el que ya murió una persona en un enfrentamiento hace tres meses. Además, ayer atentaron contra la casa de un abogado del dueño de la línea 4. El hecho aconteció en las primeras horas de la mañana, cuando arrojaron sobre una de las ventanas líquido inflamable e intentaron prender fuego. Si bien no hubo consecuencias lamentables, esto tensó aún más la situación.
El gerente de la empresa, Rubén Tocci, sostuvo al respecto que "la Justicia parece tener miedo de investigar", y calificó al hecho de terrorista. "Llama la atención -indicó- que habiendo muertos y heridos, aún no haya certezas. Todo hace pensar en una impunidad que nadie se anima a tocar".
Tocci ubicó los hechos en el marco de "un enfrentamiento empresarial-sindical en el cual me veo involucrado porque nuestra firma tiene una buena relación con la UTA, ya que es la única que cumple con sus compromisos laborales". Sostuvo que hay un sector empresario enfrentado con la UTA al que no quiso identificar, aunque los definió como "extraños que pretenden como sea meterse en el transporte".
Más y más violencia
La violencia en este ámbito fue creciendo en los últimos años. Varios colectivos fueron incendiados desde 1996, ningún hecho fue esclarecido. El más importante fue hace tres meses cuando se tirotearon hombres de la UTA y de la empresa San José y Servitur, entonces en conflicto por despidos. Allí murió un allegado a la empresa, Cristian Buscaroni.
Algunos señalan aquel enfrentamiento como el hecho que incubó el atentado del domingo. Dicen que se trata de ajuste de cuentas contra la UTA por la muerte de Buscaroni, quien formaba parte del comité de recepción que aguardó a militantes y choferes del gremio que quisieron impedir la salida de los micros.
El titular de UTA, Jorge Kiener, acusó a "sectores ajenos al transporte urbano" que se hicieron cargo de Servitur e intentaron ingresar a la empresa Inter Bus.