El partido de esta tarde será clave para Argentino. Porque se trata del encuentro posterior a haber conseguido llegar a 1,000 de promedio; porque entra en el segundo tercio del largo torneo a 42 fechas; porque llega tras dos victorias consecutivas y con un juego que invita a creer, y porque se trata de un rival directo en la lucha por el descenso, al punto que en caso de una victoria salaíta el promedio entre ellos se acortaría a sólo 30 milésimas, quedando Argentino con 1,037 y All Boys con 1,067 (le descontaron tres puntos por incidentes). Y la dupla técnica que componen José Machetti y Oscar Craiyacich es consciente de ello y por eso apostó por mantener una línea de tres en defensa para presionar al rival más arriba. Y para hoy planificó además un esquema con más gente en el mediocampo para ganar la zona de generación de juego, no para contener sino para tener la pelota y llegar mejor armado al arco rival. Por eso ingresa Sampaoli para acompañar al ecuatoriano Bagüí (se recuperó de una entorsis de tobillo) delante de los tres volantes de contención -Núñez, Rubio y Giuliani-, a la vez que el Negro Ojeda se desdoblará para aportar su toque distinto y hacer pesar su buena pegada más cerca del área. Adelante la cuota de gol recaerá en Damián Akerman, quien en los últimos dos cotejos dijo presente en la definición, quedando como relevo el goleador Pablo Robisso. Así buscarán los salaítos sumar tres puntos de visitantes, algo que ya consiguieron en tres oportunidades (ante Merlo, Estudiantes e Ituzaingó) y de esa manera prolongar la racha para escapar del descenso que tanto lo apremia.
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