Año CXXXIV
 Nº 49.283
Rosario,
domingo  28 de
octubre de 2001
Min 18º
Máx 21º
 
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Ping pong con César Albrisi
Director General de Aduanas

-¿Cuál fue su agenda de trabajo en Rosario?
-Estuve en Rosario inaugurando una aduana domiciliaria de General Motors, recorriendo industrias del cordón agroexportador y en una reunión en la Cámara de Exportadores.
-¿Y qué se llevó de esta jornada de trabajo?
-Una cantidad de inquietudes de empresarios y funcionarios. Entre las más sobresalientes están la implementación del programa de competitividad de puertos, la continuidad y mejoramiento de la hidrovía, que dependen de la Secretaría de Transporte, y en lo estrictamente vinculado a Aduana la necesidad de mejorar el sistema María para administración de garantías. En eso estamos trabajando.
-¿Trajo algún anuncio?
-Les comuniqué que está por resolverse la ampliación de plazos para los depósitos fiscales y el aumento en el número de fraccionamientos de mercadería destinada a consumo en esos depósitos. Todo esto contribuirá para mejorar y flexibilizar el comercio exterior en la zona y en todo el país.
-¿Qué impresión tiene de la aduana rosarina?
-Una buena impresión. Se está trabajando y hay un compromiso para seguir haciéndolo. El objetivo que todos tenemos es luchar contra la economía informal que genera el contrabando. Necesitamos contribuir a una idea positiva sobre el rol de la aduana.
-¿Cómo se trabaja en un contexto tan crítico y con tantas dificultades económicas?
-No es fácil pero estamos convencidos que hay que garantizar la gobernabilidad y producir las medidas necesarias para que el país tenga nuevas oportunidades. Trabajamos en un equipo que maneja la Afip y que encabeza el ministro de Economía, Domingo Cavallo, con la idea de que la Aduana debe incorporarse cada vez más y mejor a una estrategia de crecimiento. Eso lleva trabajo y sacrificio. Es cierto que contamos con los recursos absolutamente mínimos, pero los tenemos. La Aduana es un problema de Estado y debe ser cuidada por todas las instituciones porque si bien es una entidad pública está fuertemente cruzada con la actividad económica y necesita seguir ese mismo ritmo para ser activa y eficiente.
-¿Se puede revertir la mala imagen con la que carga la Aduana?
-La podemos revertir. La salida a este problema es institucional, el represtigio de la Aduana salvará a la propia Aduana pero también al comercio exterior. Confiamos en que podremos frenar los ilícitos y que conseguiremos el autocontrol necesario para funcionar como se debe.
Florencia O'Keeffe


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