Corach no quiere que un peronista encabece la línea sucesoria

El senador nacional justicialista Carlos Corach expresó ayer su rechazo a la posibilidad de que un peronista se convierta en presidente provisional del Senado porque "se estaría lesionando muy seriamente a la democracia".
"El justicialismo debe preservarse como una alternativa. Si por cualquier circunstancia se ve sometido a cogobernar, estaríamos privando a la democracia argentina de alternativas, con lo cual la estaríamos lesionando muy seriamente", señaló, para remarcar: "No es conveniente que un justicialista esté en la línea de sucesión".
Corach defendió firmemente el estricto cumplimiento del mandato presidencial de Fernando de la Rúa hasta el 2003. "De ninguna manera nadie puede propiciar la interrupción del mandato constitucional, que ha sido otorgado por el pueblo y todos debemos respetar", le respondió al pedido de Luis Barrionuevo para que el presidente dé un paso al costado, además de reclamarle al gobierno que convoque a los partidos políticos para acordar una agenda de temas que permitan encarar soluciones a los más acuciantes problemas.
Por otra parte, el ex funcionario menemista no cerró totalmente las puertas a la posibilidad de que el bonaerense Eduardo Duhalde, acérrimo enemigo interno de Carlos Menem, pueda volver a ser candidato presidencial en el 2003.
"El proceso electoral puso al peronismo en las puertas de un triunfo en el 2003", aseguró, para añadir que si Duhalde "se considera con posibilidades, capacidad y voluntad, se agregará a los otros candidatos que tiene el justicialismo, que afortunadamente son muchos".