Domingo Celsi
Seguramente ni el doctor Bilardo ni ninguno de sus fundamentalistas hubiera podido soportar el 6 a 4 de Central Córdoba y Godoy Cruz. Es que en estas épocas en las que la táctica domina la escena futbolística, ver un partido de diez goles parece salido de una vieja película de los años cincuenta, cuando los muchachos comían dos platos de ravioles antes de entrar a la cancha y se iban al cabaret después del partido. Aunque esta vez no hubo ni pastas ni champán. El eje de la cuestión estuvo en otra parte. Demasiados errores de uno y otro lado hicieron que los charrúas pudieran festejar una victoria después de cinco fechas, no sin antes sufrir más de lo debido. Córdoba salió ganando casi desde el vestuario con un golazo de Cárdenas y a partir de allí los de Tablada comenzaron a manejar el ritmo del partido a su antojo y generaron una gran cantidad de situaciones de gol que no pudieron concretar. Como contrapartida, en su primera llegada Godoy Cruz alcanzó el empate en un claro error defensivo de los locales, cuando Carnero se anticipó a todos a la salida de un córner. Los locales parecieron no sentir demasiado el golpe y en pocos minutos sacaron ventajas con un cabezazo del Tele Medina y un penal (el primero que le dan a Córdoba en el torneo) a Raymonda que Aira cambió por gol. "¡3 a 1 nunca estuvimos tan tranquilos desde que empezó el torneo!", gritó un charrúa desde la platea. Pero la calma duró poco, ya que antes del cierre del primer capítulo, el árbitro Zdonek inventó un penal para que Canedo achicara las cifras y cuando el complemento recién comenzaba llegó el empate de Dobrik tras otro regalo de los locales. Y el show de goles continuó. Después de una excelente habilitación de Medina, Raymonda volvió a quebrar la paridad, pero Canedo volvió a empatar en otro error defensivo. Estaban 4-4 con veintitrés minutos por jugar y dejando la certeza de que iba a ganar el que menos se equivocara. Y se equivocó Godoy Cruz: Alejandro Abaurre se fue expulsado por un puñetazo a Emmert y enseguida penal (que otra vez marcó Aira) para Córdoba con expulsión de Martín Abaurre incluida. Después vino el debut goleador de Benjamín Castillo y el desahogo de los hinchas charrúas que después de mucho tiempo se dieron el gusto de festejar un triunfo, aunque más de uno se fue pensando en que la próxima vez tendrá que llamar al médico para que lo acompañe a la cancha.
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