"Radio exprés", el ciclo que Oscar Bertone conduce de lunes a viernes, de 9 a 13, por LT8 Radio Rosario, lleva dos meses en el aire y, a partir del próximo jueves, cuenta con dos novedades: vuelve a la conducción Gabriela Boggio y se suma al equipo, desde Córdoba, el humorista Mario Valli. "Estamos muy satisfechos porque el equipo de producción, que es la base de todo, nos permite hacer un producto equilibrado entre la información en caliente y la opinión", afirmó Bertone en diálogo con Escenario, y añadió: "Creo que ya estamos instalados. Ahora se empieza a sentir la responsabilidad de ser escuchado. El programa es más que un discurso periodístico, es un entretenimiento que intenta zafar de los mensajes desalentadores que dominan los medios hoy ". -¿Ya se habituó al ritmo de la radio? -Me costó más de un mes empezar a manejar el programa sin que me atropelle la producción, que es de primera calidad. El equipo que integran Ester Stekelberg, Javier Felcaro y Roberto Caferra es, lejos, el mejor del interior del país y puede competir con el de cualquier radio de Buenos Aires. -¿Siente que el programa se insertó en la mañana radial rosarina? -Creo que ya estamos instalados. Ahora se empieza a sentir la responsabilidad de ser escuchados. El programa es más que un discurso periodístico, es un entretenimiento que intenta zafar de los mensajes desalentadores que dominan los medios hoy. Creo que hacemos un programa piola y que la Argentina es todavía viable si hay determinado acuerdo básico. -¿Cómo ve la realidad desde la radio? -La ortodoxia económica dice que sin el brutal sacrificio que estamos haciendo no se puede salir y yo creo que es mentira. Y la izquierda insiste con que, sin sacrificio cruento y una situación épica no podemos salir. Yo creo que sí se puede salir. No hay lugar para el optimismo pero sí para estimular a la gente que hace cosas, que es mucha, y que confía en sus propias fuerzas, Creo que hay que bajar el tono de la discusión. -¿Tienen previsto hacer cambios en el programa? -Tendremos a Mario Valli, un humorista que saldrá desde el próximo jueves al aire desde Córdoba. Es un periodista con gran formación y, con el tema de los contenidos, creo que puede dar una buena sorpresa. Reír y pensar es el ideal, aunque no siempre se consigue. En ese terreno está también Quique de María, una especie de Woody Allen autóctono que a veces tiene momentos sumamente logrados y penetra en la conciencia irónica. También vuelve Gabriela Boggio, que es mi compañera en el programa de televisión "Mañana exprés". -Boggio formaba parte del equipo original de "Radio exprés", pero sorpresivamente dejó el programa. ¿Por qué se fue y ahora vuelve? -Se fue por problemas familiares y regresó porque extraña la radio. La presencia femenina es imprescindible, si no está, parece que falta algo. No es capricho buscar una co-conducción femenina. Las mujeres siempre van a tener un ángulo de observación distinto al masculino. Es un toque que, en un programa de radio, siempre hace falta. -¿Podría hacer radio en cualquier parte? -Yo no soy mago. Si no hubiera caído en una emisora que tiene un nombre tan poderoso como LT8 hubiese sido imposible hacer "Radio exprés". Me pone contento haber ideado un formato radial y verlo plasmado después de dos meses de estar en el aire. La gente que trabaja en el programa, y también la que lo escucha, ya empezó a darse cuenta de cuál es el sentido de "Radio exprés".
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