El tercer trimestre reportó un endurecimiento de la situación que afrontan las empresas de la región, según los resultados de una encuesta elaborada por el instituto de investigaciones de Fundación Libertad.
La tendencia de las ventas fue claramente desalentadora, producto de la larga recesión que vive el país y que va para los cuatro años de duración.
Un marcado atraso de la cadena de pagos, así como la gran cantidad de cheques devueltos, perjudicó el cash flow de las compañías, entorpeciendo el normal desenvolvimiento de sus operaciones.
La mayoría de las firmas consultadas incorporó a su sistema de decisión información incontrastable acerca de la gran caída de la demanda en la economía nacional y ajustaron existencias, disminuyendo los niveles de stocks. No obstante, muchas empresas continúan profundizando este ajuste más allá de los niveles alcanzados en una primera etapa.
La utilización de la capacidad instalada cayó cuatro puntos porcentuales en relación al trimestre anterior y once puntos con respecto del mismo período del año pasado, para ubicarse en septiembre en un 65%. Un 77 por ciento de las compañías consultadas no esperan modificar su volumen de producción. Las expectativas para los meses que siguen son desalentadoras: un 70% de las firmas cree que su situación va a continuar como hasta ahora o incluso a empeorar.
Sector por sector
Los rubros de actividad más golpeados durante el tercer trimestre de 2001 fueron los bienes de consumo, en particular bebidas, maquinaria y artículos eléctricos. Aunque nadie está en condiciones de tirar manteca al techo, se mantienen dentro de una situación "normal" la producción papelera (Celulosa) y manufacturas de plástico.