Año CXXXIV
 Nº 49.279
Rosario,
miércoles  24 de
octubre de 2001
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Recuperó su identidad una joven hija de desaparecidos

Las Abuelas de Plaza de Mayo informaron ayer el hallazgo y la identificación de la nieta número 74 -de un total de unos 400 hijos de desaparecidos que están buscando-, quien nació hace 23 años en un campo de la muerte de la dictadura y fue secuestrada por un oficial del Ejército, mientras sus padres continúan desaparecidos.
Se trata de la joven María Eugenia Sampayo, que llevaba seis meses en el vientre de su madre, Mirta Mabel Barragán, al ser secuestradas junto a su padre Edgardo Sampayo, el 6 de diciembre de 1977. La pareja fue vista con vida en el centro clandestino de detención Club Atlético.
Un oficial del Ejército secuestró a la criatura y luego la entregó a una pareja de amigos, quienes se apropiaron de la beba inscribiéndola como hija propia con una identidad falsa, confiaron las fuentes.
En 2000 la campaña de Abuelas buscando sembrar la duda en los jóvenes hizo que María Eugenia acudiera por sí misma a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Conadi) y allí le indicaron la necesidad de hacer los análisis científicos del ADN genético a los que accedió voluntariamente.
Dos meses atrás, el resultado de los exámenes en el Banco Nacional de Datos Genéticos, que funciona en el Hospital Durand, le develó a la chica su auténtica identidad poniendo nombre y apellido a su madre y a su padre, perdidos en la noche de la guerra sucia.
Pero esa no fue la única alegría: también recuperó a su hermano, que de chiquito pasó 25 días secuestrado con los padres hasta que unos policías lo devolvieron en la casa de los abuelos paternos sin dar información del resto de la familia.


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