Año CXXXIV
 Nº 49.279
Rosario,
miércoles  24 de
octubre de 2001
Min 14º
Máx 30º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






La Justicia sigue dilatando un pedido de aborto terapéutico
Es un caso de anencefalia. Ahora la Corte debe decidir qué juez se hace cargo. Puede demorar semanas

La Corte Suprema de Justicia podría demorar días y hasta semanas en resolver qué juez debe decidir si autoriza o no la inducción del parto a una mujer embarazada cuyo bebé no tiene chance de sobrevivir. El órgano judicial se reunirá hoy en Santa Fe, pero probablemente ni siquiera trate el tema porque hasta anoche no estaba en agenda. La demora dilatará aún más la tensa espera de Luciana Monzón, la mujer que quiere someterse ya mismo a un aborto terapéutico y no logra que se lo practiquen en la Maternidad Martin sin una venia judicial.
El expediente llegó ayer a la Corte desde el juzgado civil de Rodolfo Bruch, quien la semana pasada se declaró incompetente y remitió el pedido a su colega penal Luis María Caterina. Pero Caterina también consideró que no le corresponde ocuparse del tema y devolvió el asunto al juez original.
Bruch decidió entonces pasarle la pelota a la Corte para que defina quién debe actuar. Pero allí la resolución podría demorar aún más porque hay dos ministros designados que todavía no juraron. Así, el tribunal podría tomar dos caminos: esperar a que los nuevos miembros se hagan cargo o sortear suplentes. Cualquiera insumirá mucho tiempo: en un caso al menos dos semanas, en el otro quizá más.
El problema es que el tribunal no resolverá si permite la inducción del parto sino sólo qué juez -Bruch o Caterina- debe expedirse sobre el pedido. Recién entonces el magistrado designado no tendrá más remedio que abordar el tema.
Por las dudas, Bruch empezó a ganar tiempo. Ayer reiteró a la cátedra de Biotécnica de la Facultad de Medicina que confirme el diagnóstico de los médicos de Luciana, quienes sostienen que su feto padece anencefalia, una patología que impide el desarrollo del cerebro y conduce a una muerte segura a minutos del nacimiento. Como primer paso, el juez quiere confirmar ese diagnóstico; luego, en caso de que la Corte le asigne el caso, verá si autoriza o no una solución terapéutica para el problema de Luciana.
Luciana basó su pedido en un fallo de la Corte Suprema de la Nación de enero pasado, que autorizó inducir el parto de un bebé anencefálico en el octavo mes de gestación. Aún así, los especialistas locales creen que su caso es distinto ya que lleva 22 semanas de embarazo, por lo que no se podría hablar de parto inducido sino de aborto.


Diario La Capital todos los derechos reservados