Sergio Roulier / Marcelo Carné
Concluyó ayer el escrutinio definitivo de los comicios de Rosario y aún se mantiene en disputa el concejal número 21. El Tribunal Electoral de la provincia terminó a media tarde de contar los votos emitidos en la ciudad, pero recién hoy dará a conocer los resultados oficiales. El Partido Socialista Auténtico (PSA), que lleva los candidatos del ARI de Elisa Carrió, y el Polo Social, más conocido como el ARI trucho, se adjudican cada uno la última banca en disputa para el Concejo Municipal. Según coincidieron fiscales de distintos lemas, ambas fuerzas se aseguraron un concejal, el PJ obtuvo diez escaños y la Alianza ocho. De esta manera, el justicialismo confirmó un edil más, se trata de José Elmir, el segundo en el sublema encabezado por Evaristo Monti. En el recuento de los votos hubo una serie de pedidos de apertura de urnas que realizó el PSA. La cuestión se planteó cuando los fiscales de esa fuerza encontraron que había diferencias entre la cantidad de votos emitidos y los que estaban anotados en los certificados de las mesas. Por eso solicitaron que se abrieran las cajas donde figuraba una magra cosecha de sufragios por parte del ARI verdadero. Esto fue denegado por el Tribunal Electoral y todo siguió adelante. Anoche, el titular del Tribunal Electoral y presidente de la Corte Suprema de Justicia santafesina, Rafael Gutiérrez, aseguró que todavía se estaban cargando los últimos datos, por lo que hoy "se darán a conocer los resultados del escrutinio definitivo". De esta manera, no se pudo develar la incógnita en torno al concejal 21 que disputan cabeza a cabeza Mario Vallone, del Polo Social, y Alberto Cortés, del PSA. Si hoy se ratifica la tendencia de los apoderados partidarios, el voto bronca (blancos y nulos) alcanzará el 40 por ciento. Entre los votos positivos, PJ se alzará con la victoria que le hará ingresar al Concejo diez representantes, entre ellos cuatro de la coalición con el Partido del Progreso Social (PPS). Mientras que la Alianza se repartirá ocho cargos: cinco para el sublema del intendente Hermes Binner que encabezó Mónica Fein, dos para el de Jorge Boasso y el restante para Federico Steiger. Sandra Cabrera, del Polo Social, y Gustavo Gerosa, del ARI-PSA, ya están adentro. Donde no se ponen de acuerdo las fuentes partidarias es en la disputa entre Vallone y Cortés. El que quedó fuera de carrera es Elbio Martínez del Partido Demócrata Progresista (ver aparte). "Los muchachos me dijeron que vaya a festejar", dijo un sonriente Vallone al abandonar el colmado salón electoral. Aunque los datos oficiales aún no estaban concluídos, el ideólogo del ARI trucho basaba su optimismo en los guarismos que le suministraron los apoderados de otras agrupaciones que llevaron un conteo paralelo al oficial. Casi al unísono, Cortés denunció que "se detectaron una serie de irregularidades en varias mesas donde no figuraba ningún voto de nuestro sublema en las actas del escrutinio provisorio, pero al abrir las urnas se encontraban más de veinte boletas del PSA". Frente a la sospecha de mayores irregularidades, la fuerza pidió que se abran las urnas cuyos certificados mostraban que el PSA no lograba más de un par de adhesiones. Incluso reclamó la nulidad de una mesa. Pero fue el propio Cortés quien confirmó a La Capital que la secretaria del Tribunal, Inés Souhilé, denegó estos pedidos. Frente a esta situación, el concejal del PPS y fiscal por el sublema Encuentro por Rosario (Nicotra-Marengo), Oscar Urruty, sembró otro manto de dudas. "Dentro de las urnas hay una elección y en los certificados otra. No se sabe si los resultados expresan correctamente la voluntad de la sociedad", apuntó. Y detalló una serie de perlas que se encontraron al abrir las urnas como "la confusión entre distintos sublemas con una misma cabeza de lista, la anulación de votos válidos y la inclusión de los telegramas dentro de las urnas". El recuento de votos definitivo de Rosario, que comenzó el lunes pasado a la mañana, se realizó con absoluta normalidad. El edificio del Tribunal estuvo sujeto a estrictas medidas de seguridad luego de que la semana pasada las autoridades dispusieran su evacuación y la suspensión provisoria del escrutinio al detectarse en un sobre una extraña sustancia que provocó descomposturas a algunos empleados del organismo. Ayer un cartel pegado en un transparente de la mesa de entradas llevó tranquilidad a los afectados al informar que los resultados de los análisis bacteriológicos habían dado resultados negativos.
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