Buenos Aires.- Dos jóvenes fueron condenados a la pena de reclusión perpetua, más la accesoria por tiempo indeterminado, por el crimen de Santiago Pérez, el nene de 8 años asesinado de un disparo en la cabeza cuando cuatro delincuentes intentaron robarle el auto a su padre, en julio de 1997, en el partido bonaerense de Quilmes.
La sentencia dictada en forma unánime por la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Quilmes recayó en Juan Francisco Correa y Gustavo Lescano, a quienes les correspondió la pena más alta contemplada por el Código Penal, por lo que deberán pasar un cuarto de siglo en prisión y sólo si cumplen una serie de estrictos requisitos podrían salir en libertad condicional.
Los condenados fueron encontrados coautores de los delitos de "robo calificado por uso de armas, en concurso real con homicidio cometido por no haber logrado el fin propuesto al intentar el robo, resistencia a la autoridad, abuso de arma y tenencia ilegal de armas de guerra".
Raíd fatal
El hecho ocurrió el 29 de julio de 1997 cuando cuatro delincuentes protagonizaron un verdadero raíd delictivo en Quilmes que comenzó cerca de las 20.30 y finalizó casi a la medianoche, en un radio de 20 cuadras.
Tras cometer tres robos, los asaltantes llegaron hasta una vivienda de Olivieri 1255, entre Vélez Sarsfield y Parera, en momentos en que su propietario Daniel Pérez llegaba junto a su esposa y dos hijos en su automóvil, un Peugeot 205.
Dos de los asaltantes armados bajaron del vehículo en el que se movilizaban -un Renault 11 con vidrios polarizados que habían robado momentos antes- e intentaron sustraer el auto a Pérez. El hombre dio marcha atrás a toda velocidad con la intención de escapar, pero los asaltantes efectuaron más de diez disparos contra el auto con una pistola calibre 9 milímetros. Uno de los balazos impactó en la cabeza del chico, provocándole la muerte.
Los jueces rechazaron el testimonio de la madre en el juicio, en el que dijo reconocer a uno de los asaltantes, y se basó en los testimonios de los otros damnificados que describieron a uno de los asaltantes como una persona que tenía una gorra de lana negra con vivos rojos que apareció luego en el Renault 11.
El tribunal, integrado por Pedro Uslenghi, Agustín Alvarez Sagarra y Diana Alismonti, consideró como agravante el "desprecio que mostraron al cometer el asesinato" ya que -dijeron los jueces- "pudieron haber provocado la muerte de todos, no sólo del niño". Además destacaron la "extrema violencia" y la "ferocidad innecesaria" demostrada por los asaltantes.
En tanto, otro de los detenidos, Cristian Olmos, también procesado por la muerte del chico, irá a juicio oral más adelante porque tiene otra causa por homicidio de un policía, mientras que el cuarto de los involucrados permanece prófugo. (DyN)