Año CXXXIV
 Nº 49.276
Rosario,
lunes  22 de
octubre de 2001
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Comienza la quinta semana del juicio por el atentado
Amia: Todo listo para escuchar a los testigos
Se aguarda con interés la presencia de 100 personas para que cuenten qué vieron el 18 de julio de 1994

En la quinta semana del juicio a la llamada conexión local del atentado contra la Amia, que se iniciará hoy, los jueces terminarán de escuchar la versión de los últimos imputados y luego comenzarán a tomarle declaración a los principales testigos que estuvieron en cercanías de la mutual judía el 18 de julio de 1994, día de la explosión.
En medio de la polémica por los supuestos llamados realizados por la organización terrorista Al Qaeda, que lidera Osama Bin Laden, adjudicándose el ataque, los integrantes del Tribunal Oral Federal 3 reanudarán hoy a las 14.30 el proceso oral que se inició el 24 de septiembre último, con el fin de develar qué manos argentinas entregaron a los terroristas la camioneta Renault Trafic que se usó para volar la Amia.
Desde el inicio del juicio, los jueces Miguel Pons, Guillermo Gordo y Gerardo Larrembebere escucharon las quejas de los abogados defensores, pidiendo la nulidad del proceso y proclamando la inocencia de sus clientes, y comenzaron la ronda de indagatorias de los 20 imputados, la mayoría de ellos ex policías.
Los únicos que aceptaron hablar frente al tribunal fueron el ex subcomisario Anastacio Irineo Leal y el ex comisario Juan José Ribelli, los dos líderes de las brigadas de Vicente López y de la División Sustracción Automotores de la Policía Bonaerense, respectivamente, al momento del atentado, y el ex subcomisario Jorge Rago.
Tanto Ribelli como Leal, así como el ex oficial Mario Bareiro y el ex subcomisario Raúl Ibarra, están sospechados de haber prestado una colaboración esencial en el ataque a la Amia, junto al reducidor de autos Carlos Telleldín, y, además, acusados de extorsionar al doblador de vehículos.
Frente al tribunal, Leal y Ribelli negaron esas imputaciones y cuestionaron seriamente la investigación. Ribelli incluso acusó a Galeano, a los fiscales de instrucción, a la camarista Luisa Riva Aramayo y a ex funcionarios menemistas de haber tejido una "conspiración" en su contra.
El último jueves hubo un tercer implicado en el caso que se animó a hablar frente a los jueces. Fue el ex subcomisario Jorge Rago, jefe operativo de la Brigada de Vicente López, y acusado de asociación ilícita, extorsión y falsedad ideológica.
Tras una extensa exposición en la que desvirtuó la pista conocida como Ramón Solari -un preso que declaró sobre el rol de los policías en el caso- y aseguró que Galeano lo instó a involucrar a Ribelli, mañana comenzará a ser indagado por las partes y el tribunal.
Luego de ello, será la oportunidad de hablar del abogado Juan Alberto Botegal, acusado de partícipe necesario de secuestro extorsivo. Es que el letrado, según la acusación, fue contactado por Telleldín, por sugerencia de los policías que supuestamente lo extorsionaban, para coordinar los "pagos" que, según le prometían, le permitirían seguir robando y vendiendo autos ilegalmente.
El último en hablar será Daniel Quinteros, otro ex policía acusado de falsedad ideológica de documento público y asociación ilícita y sospechado de haber sido parte de la denominada "banda de Ribelli".
Ese es el último de la lista de los 20 imputados en ser llamado ante el tribunal. Pero Ribelli había pedido su turno para aclarar las contradicciones que los fiscales y el tribunal habían encontrado entre su exposición oral y sus dichos en el expediente, a raíz de lo cual el ex policía podría volver a sentarse esta semana en el banquillo de los acusados, esta vez, para contestar preguntas.
Una vez terminada esa etapa, comenzará el desfile de testigos. Alrededor de 100 ya fueron convocados para que cuenten lo que vieron en la mañana del 18 de julio de 1994, cuando una camioneta Renault Trafic, cargada con 300 kilos de explosivos, detonó a las 9.53 frente al edificio de Pasteur 633 y terminó con la vida de 85 personas.
Entre los primeros convocados figuran un portero y una enfermera que aseguran haber visto la Trafic que hizo volar la mutual.



Ribelli (izq.), uno de los pocos que aceptó hablar.
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