| | cartas Guerrilla bacteriológica
| Ante el justificado temor mundial por contaminación con ántrax en cartas postales, paquetitos sospechosos, quiero que el gobierno y la población sepan que sometiendo los objetos dudosos a una fuente de energía radiante con rayos gamma, las bacterias, hongos o esporas que hubieren, morirán y no causarán daño a personas inocentes. El país cuenta con una planta de radiación en Ezeiza, de la Conea, y otra privada en Pacheco, provincia de Buenos Aires. Incluso se me ocurre que los sanatorios y hospitales que tengan una fuente con cobalto 60 o cesio 137 podrían ayudar ya a atender un pico de demanda. Es muy probable que una dosis muy baja de 5 kilogreys alcance para solucionar esto que ya parece ser una cuestión de Estado. El procedimiento es muy sencillo, barato y muy confiable, a punto tal que en EEUU, el FDA ha establecido que los pollos faenados para consumo humano deben ser radiados previamente; todo esto surgió a raíz del conocido problema de la salmonella. Finalmente, quisiera agradecer una vez más a nuestra querida Facultad de Ingeniería Química de Santa Fe por haberme tenido en sus aulas. Gracias a ella, hoy, sus graduados podemos realizar estos pequeños aportes al país. Eduardo Flamini
| |
|
|
|
|
|
Diario La Capital todos los derechos reservados
|
|
|