La Plata pudo ver al San Lorenzo campeón

San Lorenzo alargó ayer su buena racha en La Plata al vencer claramente por 2 a 0 a Gimnasia y Esgrima, y de esta manera se acomodó nuevamente en la tabla de posiciones.
Los goles del Ciclón, uno en cada etapa, fueron convertidos por el mediocampista Cristián Zurita y Alberto Acosta. Gimnasia finalizó con diez jugadores al ser expulsado el defensor Lucas Licht a los 44 minutos del segundo tiempo.
El equipo de Boedo fue superior durante todo el partido, ya sea en el plano individual como en el colectivo, con algunos jugadores que mejoraron notoriamente su rendimiento, como el caso de Leo Rodríguez, el Pipa Estévez y el Beto Acosta, más la presencia del juvenil Leandro Alvarez en su debut absoluto en primera sorprendiendo gratamente con serenidad y solidez.
Gimnasia fue una fuerza dispersa que perdió en la zona central y sólo pudo llegar en esporádicas aproximaciones, que se fueron diluyendo con la salida de su goleador Facundo Sava, que debió dejar el campo de juego con una seria lesión a los 28 minutos del primer tiempo (ver nota relacionada).
El equipo conducido por el ingeniero Manuel Pellegrini sorprendió por su solidez defensiva y llevó el partido a la zona central, donde estableció una gran diferencia futbolística.
Cuando faltaba muy poco para la finalización de la etapa, Zurita decretó la apertura luego de aprovechar un centro atrás de Estévez con un fuerte remate a media altura, que se coló junto al palo derecho de Hernando.
En el segundo tiempo no varió el panorama, es decir el Ciclón con la pelota y el control estratégico del partido, mientras que el Lobo siguió debatiéndose en sus propias limitaciones cada vez más lejos del arco de Saja.
Rápidamente el Ciclón consiguió su segundo gol con otra gran jugada del Pipa Estévez y la misma receta. Desborde por la derecha, centro al corazón del área para la entrada de Acosta, que lanzándose en palomita metió un frentazo inatajable.
De ahí en más San Lorenzo aflojó el pie del acelerador, pero lo de Gimnasia fue muy pobre y no le alcanzó en ningún momento para revertir la situación. (DyN)