Walter Gasparetti
Un grupo de empresarios de Cañada de Gómez elaboró una estrategia de reconversión para que las actuales fábricas dedicadas a la producción de muebles se conviertan en constructoras de viviendas de madera, de tipo económica, destinadas a los sectores más carenciados. La iniciativa fue presentada ante el gobierno nacional y busca reactivar un sector que quedó resentido por la pérdida de mercado ante los productos importados desde Brasil. El proyecto apunta a conseguir un nuevo nicho de mercado y se suma a otro que busca una salida a través de la exportación de muebles de madera. En ese marco, una decena de empresas locales conformó un consorcio de exportación para la venta de productos a Estados Unidos, hacia donde están por enviar las primeras muestras. "Estas son iniciativas de carpinteros que subsisten empeñados en mantener la actividad y están dispuestos a iniciar procesos de reconversión en el marco de la explotación de la madera. En Cañada de Gómez hay un recurso humano especializado y la inversión en tecnificación ha sido altísima en los últimos años", explicó el industrial Edgar Del Píccolo, uno de los promotores de la iniciativa. El plan pretende seducir a la actual dirigencia empresarial y política para la creación de un mercado, además de buscar cambios en la actual reglamentación vigente. Para Del Píccolo, los gobiernos nacional y provincial insisten en hacer casas de ladrillos cuando construir viviendas de madera requiere de una inversión inferior. Las gestiones fueron iniciadas por el propio del Píccolo en diversas reparticiones del gobierno nacional. Directivos de la Cámara de la Industria de la Madera tienen conocimiento del proyecto. El empresario explicó que la idea cuenta con el apoyo de empresa forestales de la provincia de Misiones que persiguen el mismo objetivo. "El primer paso es la creación de un mercado de la construcción de casas económicas de madera y lo tienen que crear las autoridades. Entendemos que hace falta voluntad política para hacerlo", opinó el empresario en diálogo con este diario. Del Píccolo es uno de los tantos industriales dedicados a la industria del mueble que decidió paralizar la actividad fabril a partir del ingreso de muebles de Brasil. El saldo del cierre de pequeñas y medianas empresas que dieron el nombre de capital del mueble a Cañada de Gómez generó una inusitada desocupación de mano de obra especializada. "En febrero del año 1998 intentamos elaborar alguna ingeniería en los procesos de producción, pero la devaluación de la moneda de Brasil nos dejó afuera de toda competencia. El gobierno no tuvo en cuenta este fenómeno y tampoco monitoreó el saldo de esa acción", sostuvo el empresario. Por su parte, el consorcio exportador logró avances importantes en materia de colocación de productos en Estados Unidos, a tal punto que en las próximas semanas enviarán las primeras muestra de diseños especiales de muebles de madera a Filadelfia. Estos empresarios que están en un proceso de búsqueda de nuevos mercados para el proceso de fabricación de la madera son quienes hicieron una serie de movilizaciones y denuncias sobre el contrabando de muebles terminados desde Brasil. Las acciones de reclamo y búsqueda de alternativas por parte del sector mueblero se dan en el marco del cierre de medio centenar de talleres y pequeñas fábricas, y una pérdida de empleos que, si bien no existen cálculos oficiales, estaría en el orden de los mil puestos de trabajo.
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