Javier Felcaro
Hay debate en puerta. La semana pasada, mientras los efectos del voto castigo sacudían a todo el arco político santafesino, el gobernador Carlos Reutemann le dio nuevo impulso a la posible reforma de la Carta Magna provincial. Lo cierto es que la elección de convencionales constituyentes, los encargados de materializar los cambios, deberá realizarse a través de la cada vez más controvertida ley de lemas, aunque la clave para no someter a la gente a un nuevo mal trago está, sin dudas, en un acuerdo parlamentario entre oficialismo y oposición.
En base al artículo 144, la Constitución provincial no puede ser reformada sino en virtud de una ley especial, sancionada con el voto de las dos terceras partes de los miembros de cada Cámara (Senado y Diputados). Esta norma también define si los cambios serán totales o parciales y, en el último caso, los artículos o la materia a modificar.
La reforma se realizará por una Convención integrada por diputados elegidos directamente por los santafesinos, número igual al de los miembros de la Legislatura. De avanzar la iniciativa de Reutemann, habrá que votar para definir 69 cargos. Según el artículo 115, la ley especial deberá determinar, asimismo, las bases fundamentales de la elección, instalación y término de la Convención.
Pero hay confusión. Una autorizada fuente del PJ afirmó a La Capital que la norma de convocatoria "podría" fijar el sistema electoral a aplicar en la eventual compulsa. A su turno, el senador provincial de la Alianza Alberto Beccani reconoció que "hay una discusión sobre si se va a aplicar o no la ley de lemas". Cimentando los fundamentos de un proyecto que acaba de presentar en la Cámara alta, sentenció: "Hay que derogarla".
"Y... Si no la modifican", agregó (con tono resignado) el constitucionalista Iván Cullen, quien -consultado por este diario- recordó que el sistema electoral es fijado por la ley de convocatoria de la Convención.
Además, planteó otro tema que lo desvela: "Hay que evitar una maniobra en la Legislatura y que los políticos impongan los temas que se les dé la gana, ítems que no concuerden con los reclamos de la gente". Todo un desafío.
Tanto el oficialismo como la oposición tendrán que sentarse a discutir en pos de un acuerdo que permita consensuar no sólo los alcances de la movida reformadora, sino los pro y los contra de ir nuevamente a las urnas de la mano de la ley de lemas.
Sobre la cuestionada norma electoral, un encumbrado dirigente justicialista señaló: "Se podría determinar un sistema especial, algo que será materia de negociación con los partidos". Mientras tanto, en el PJ sigue tomando fuerza la idea de modificar el sistema de listas sábana.
Si bien reconoció no estar al tanto sobre "qué tiene en mente el gobernador", arriesgó que "habría una lista por partido", aunque hizo hincapié en que "hasta que no se logre un acta de coincidencias básicas entre el oficialismo y la principal oposición, no se pensará en una convocatoria a elecciones".
En la propia Casa Gris soplan aires de confusión. A título personal, otras fuentes -que pidieron estricta reserva- afirmaron que la ley de lemas "no es de aplicación a los efectos de la elección general".
Rodolfo Shcoler, también constitucionalista, confirmó la vigencia de la archicuestionada norma para la elección de convencionales. "Puede llegar a ser terrible", vaticinó, pero aclaró que los legisladores tienen la panacea al alcance de sus manos: "Será así en la medida que este sistema no sea cambiado antes de la reforma de la Carta Magna".
Pero, ¿quién se acuerda de los santafesinos?. Acerca del riesgo que implicaría arrastrar a la gente a otros comicios, muy próximos a la compulsa presidencial de 2003, desde el PJ se aseveró: "En algún momento hay que hacerlo. Con ese criterio nunca no se va a reformar la Constitución".
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¿Los santafesinos volverán a sufrir el mix de boletas? |  | Ampliar Foto |  | |
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La Ciudad
