Mendoza (enviado especial).- El sistema de reestructuración de los campeonatos de la Primera B Nacional, implementada por la AFA hace dos temporadas, es sumamente perverso. Tira por la borda el esfuerzo de muchos años, y los problemas económicos, lejos de solucionarse, se agudizaron pese a los numerosos cambios que viene sufriendo el principal torneo de ascenso desde su creación en la temporada 86/87.
Es desmedido que siete clubes deban bajar de categoría y por eso es casi utópico que Central Córdoba la mantenga, más cuando los escollos son tan difícil como el de esta tarde aquí, ante San Martín.
La B Nacional (entonces Nacional B) se inició con 22 equipos, con tres descensos y dos ascensos, pero a medida que los clubes de Buenos Aires hicieron oír su discurso de lamento porque sostenían que la forma de disputa los perjudicaba en lo económico, dejaron en claro que de federalismo saben sólo la teoría.
Modificaciones
Vinieron las sucesivas modificaciones. las divisiones en zonas Metropolitana e Interior, pero al final las quejas siguieron y hoy quieren volver al mismo viejo esquema, con dos clubes menos. Para eso fue necesario que en la temporada pasada descendieran siete equipos, en la anterior cinco y ahora otra vez siete. Así, para un club como Córdoba, es muy difícil resistir.
Es cierto, hoy por hoy los charrúas ocupan los dos últimos lugares del promedio, pero una cosa es luchar por alcanzar al tercero de la tabla empezando de abajo y otra al octavo. Para ello deben sumar muchísimos puntos y por lo que ha venido mostrando en el campeonato, por el último empate ante el limitado Racing de Córdoba en el Gabino y porque pagan el precio de los horrores de pretemporada, la cuesta es empinadísima.
Para colmo, tienen lesionado hasta el año que viene al uruguayo Zaballa y, para este partido, a Maximiliano Santa Cruz y Uranga, además de Iuvalé. El único cambio con respecto al equipo que jugó el martes será el ingreso de Valiente por Santa Cruz.
Enfrente estará uno de los punteros y encima tendrá todo el pueblo de San Martín de su lado. Aunque Central Córdoba parece estar acostumbrado a las misiones imposibles, difícilmente pueda escribir un final como el de la famosa serie. En realidad, probar, no cuesta nada.