U.G.Mauro
"Estamos en conversaciones para venir a Rosario a ofrecer un recital donde mostremos las canciones del nuevo disco, a mediados de noviembre. En realidad, definir el género de este compacto es imposible porque hay una variedad de ritmos muy grande", expresó la cantante Soledad en una entrevista concedida a Escenario en que habló de "Libre", su álbum recién editado. La cantante de Arequito confirmó que en el mediano plazo piensa alejarse brevemente de los escenarios del país para replantearse algunos objetivos. También, respecto a esto manifestó que recibe ofrecimientos desde el ámbito radial, televisivo y cinematográfico. Soledad criticó la superficialidad de la televisión, se pronunció contra el llamado voto bronca y destacó la necesidad de la participación de la juventud en la política y se hizo tiempo para promover la reciente constitución de la Fundación Soledad Pastorutti, una entidad sin fines de lucro volcada a la promoción social de la niñez y la juventud a través de programas relacionados con la educación, la salud y el trabajo. -¿Qué caracteriza al disco "Libre"? -Creo que es el álbum que está más cercano al ideal de lo que tengo en mente como representación musical mía. Creo que es la primera vez que nos animamos a hacer muchas canciones inéditas y me parece que es un disco muy optimista, hecho con ganas y con el corazón, que se pensó muchísimo, porque lo que pretende es que represente a la gente. -¿Qué parámetros utilizás para medir el grado de "folcloricidad" de tus propias producciones? -Es la gente quien define qué es folclore. Si tocás una zamba o una chacarera conocida, que tenga una guitarra y un bombo y casi nada más, por ahí les gusta o no, y si le agregás alguna otra cosita ya se habla de que no es folclore. Con el disco anterior me pasó que muchos de los temas escritos por Emilio Estefan son ubicables dentro del folclore como yo lo entiendo, pero hay mucha gente que no lo entendió así. Si vos escuchás la versión de la "Canción del Jangadero" de Falú y Dávalos que incluí en mi disco y no conocés el tema ni a los autores, de ninguna manera vas a pensar que eso es folclore. Aznar toca el bajo y le hizo unos arreglos hermosos. Es piano y bajo y parece más un blues que otra cosa. Es un disco muy abierto, donde cada versión estuvo muy cuidada y pensada. -¿Por qué decís que habría que considerar si la cumbia no forma parte del folclore? -Creo que siempre se habla del folclore como género musical y no como término más abarcativo. Este es un análisis muy personal; hay un género musical al que le pusimos folclore y nos quedamos ahí, en que ese género y nada más puedan ser folclore, pero si a una zamba nueva le incorporamos un ritmo más rápido o lento para muchos deja de ser folclore, mientras que para mi lo único que sucede es que se va aggiornando a estos tiempos. Cuando uno busca la palabra en un diccionario, encuentra que el significado es "aquello que representa al pueblo; la comida, su forma de vestir". Hoy se come de otra forma y somos un crisol de razas: vamos del rock a la cumbia y del folclore al tango. Hay que ver si el folclore no será todo eso. -¿Puede decirse que en la elección de los temas te manejás más intuitivamente, siguiendo el gusto de la gente? -Eso se lo atribuyo más a mi padre que a mí. ¿Viste esas discusiones generacionales con los padres? Las vueltas de la vida hicieron que yo grabara algún disco como quería y después, en otro, siguiera los consejos de mi viejo grabando lo que él me sugería. Cosas que en definitiva tienen que ver con el gusto de uno. Más que una cantante folclórica soy una cantante popular, que no es lo mismo; soy la cantorcita popular. Hice folclore porque es un género popular. Yo respeto el folclore de otra época, pero es como la historia; tiene que seguir y hay que conocerla para vivir el presente e interpretar el futuro. Si la querés rescatar, es hermoso; si querés hacer cosas nuevas, ¿por qué no? -¿Qué música escuchaba tu padre? -Lo que siempre recuerdo es que mi viejo oía mucho folclore, pero también a Serrat y Baglietto y a Los Fabulosos Cadillacs; ellos supieron tomar lo sencillo y hacerlo popular. El escuchaba conmigo alguna canción y por ahí paraba la música para explicarme cada cosa que yo no entendía a qué se refería. -En tus discos aparecieron paulatinamente temas con mayor compromiso social o ideológico ¿es una opción propia o es la influencia que ejerce César Isella? -Tomo conceptos de todos; de mi viejo que políticamente piensa de una manera; de Isella que piensa de otra, de mi representante que lo hace de otra. A veces meto la pata cantando temas que por ahí hurgueteaban en heridas que siguen abiertas. Yo era una piba de 15 años y no tenía por qué hacerlo, porque no conocía. Muy diferente es cantarle a Malvinas, que es algo de sentimiento más nacional o a los hijos de los desaparecidos, que es cantarle a la vida. -¿Qué opinión te merece la actitud de indiferencia que parece primar en la gente y especialmente en la juventud respecto de la clase política? -Ojo. La juventud recibe esa influencia de los mayores, y los medios de comunicación también tienen su parte de culpa en eso. Yo no podría dejar de ir a votar ni entrar a un cuarto oscuro para burlarme de lo que eso representa. No me gusta que por votar en blanco o por meter pavadas en el sobre, después otro decida por mí. Nos costó tanto conseguir el voto y ahora hay quienes no lo quieren utilizar. Lo que es cierto es que mucha de la gente que aspira a los cargos no genera nunca credibilidad y por algo es que la gente se enojó tanto en las elecciones. Otra cosa que me parece terrible es lo que logra la televisión, que hace un trabajo terrible con la cabeza de la gente. Son muy pocos los programas que me dejan un mensaje, algo claro e importante. Todo lo que ofrece son cosas que no nos hacen crecer. -¿A seis años de haber alcanzado tanto reconocimiento, seguís creyendo necesario para tu imagen seguir saltando en el escenario? -Lo que pasa es que soy así, hiperkinética. Me gusta divertirme en el escenario y sería irreal intentar otra cosa. Cuando se me vengan los años y la carne no esté firme (risas), seguramente me va a dar vergüenza, pero Mick Jagger con los años que tiene lo sigue haciendo y nadie le dice nada. -Recientemente declaraste que a vos también, de algún modo, te llegó el ajuste económico. ¿Podes ampliar el concepto? -Si, es real. Yo achiqué la banda de músicos que llevo a los espectáculos y las exigencias de mis contratos son menores. Hay lugares donde actuamos en que parte del sonido lo aportamos nosotros. Otra cosa en ese sentido es que ahora tenemos un esponsor que nos llevó en gira con recitales gratuitos para el público y al aire libre. -¿Ese ajuste implicó también a los músicos que te acompañan siempre? -No, a ellos nunca quisiera dejarlos afuera. El compromiso es moral y muy fuerte porque, aunque no se sabe qué puede suceder en el futuro, ellos estuvieron en las malas conmigo. No faltó quien me recomendara "echalos al carajo". Siempre hay alguien que se mete a opinar sin entender que ellos al vivir en el interior -donde además tienen sus familias-, y tener que actuar muy seguido pudieron crecer mucho menos como músicos porque les cuesta hacerse el tiempo. -¿Qué hay de cierto en torno al lanzamiento como solista de tu hermana Natalia? -A la Nati le propuse grabar un disco como solista para 2002 con música para chicos, pero estoy esperando que responda. En mi nuevo disco grabó los coros en "El tren del cielo", el corte de difusión, en "Todos juntos", de Los Jaivas y en la zamba "Padre del Carnaval". Tengo la esperanza de que siga con esto. En cuanto a sus apariciones públicas, no le gusta andar haciendo prensa, prefiere el perfil bajo. -Al menos en este país, los monumentos siempre se levantaron en honor a los muertos ¿Qué te pasa por la cabeza cuando en Arequito pasás frente al tuyo? -Es algo muy fuerte y por supuesto emociona mucho, pero siempre digo que yo lo veo como el monumento a "la Sole" pero no a mí. Es como si fuera otra persona. Me cargan y me dicen que no hable en tercera persona como hace Maradona, pero es así, soy así; es como si no me responsabilizara (risas) por esa que aparece en los medios de comunicación. Por supuesto me enorgullece que a los tres años de una carrera me levanten un monumento y todo sin haber hecho nada, porque simplemente nombrar a mi pueblo no es hacer algo por él. -¿Qué pasa con los proyectos ajenos a la música? -Hay propuestas, incluso algunas de bastante tiempo, para hacer películas, programas de radio, de todo. La verdad es que hay un montón de gente que no sabe bien qué quiere hacer, pero lo quiere hacer conmigo (risas). Ya lo dije mil veces: mi prioridad es esta, cantar, pero si aparece una oportunidad linda de hacer algo interesante la pensaría muy bien. Pero todavía no tengo nada en concreto. No creo que haya nada que me aleje de la canción.
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