Año CXXXIV
 Nº 49.276
Rosario,
domingo  21 de
octubre de 2001
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Ahora un juez penal debe definir si aprueba un aborto terapéutico
Una joven había presentado la solicitud porque el feto es anencefálico, y el magistrado se declaró incompetente

"No coincidimos pero aceptamos la decisión". La frase de Luciana y Martín está estampada al pie de una resolución del juez Rodolfo Bruch. El contenido de ese documento judicial fue un cachetazo para la pareja, que esperaba una autorización para que la chica se practicara un aborto terapéutico. El magistrado dijo que no le corresponde a él otorgar ese permiso y pasó el caso a un juez penal, lo que dilatará la respuesta al pedido del matrimonio. Ahora la pareja deberá esperar una decisión, que pasó a manos del juez de Instrucción Luis María Caterina.
"El tema se sigue trabajando para tener todo listo cuando la Justicia se expida", señaló la vicedirectora de la Maternidad Martin, Silvia Carbogniani, quien aseguró que "la idea es que no haya ningún tipo de demoras cuando haya una respuesta".
Luciana cursa un embarazo de 22 semanas pero en la Maternidad Martin le dijeron que el feto es anencefálico: el cerebro y la membrana que recubre el cráneo no se desarrollan. Esta patología provocará su muerte apenas se produzca el alumbramiento. Por eso, la joven quiere poner fin ya mismo al sufrimiento que implica llevar en su vientre un hijo que no vivirá.
Bruch pidió informes a la Facultad de Medicina para confirmar la patología. Se suponía que buscaba elementos para decidir si autorizaba o no la interrupción solicitada. Sin embargo, diez días después de recibir el planteo resolvió que como juez civil no es competente para entender en una cuestión -el aborto- que pertenece al ámbito de la Justicia penal.
El magistrado dijo a La Capital que interrumpir el embarazo ahora implicaría cometer un delito, y más cuando todavía no está probado -según él- que el bebé nacerá sin cerebro. Luego explicó que su demora se basa en cuestiones procesales. "Además, ¿cuál es el apuro si la vida de la madre no corre peligro?", se preguntó.
Distintos expertos en Derecho Procesal Civil dieron la razón al magistrado. "La decisión de interrumpir o no este embarazo corresponde a un médico, no a un juez. Si los médicos consideran probada una patología tan severa, deben proceder sin la autorización de la Justicia", dijeron.
Aunque no quiso opinar sobre la decisión del magistrado de declararse incompetente, la vicedirectora de la maternidad explicó que "eso implica más angustia para la madre, porque es un momento de incertidumbre en el que su pedido a la Justicia no tiene una respuesta por sí ni por no".
Si bien señaló que la demora "no afectan el estado de salud de la mamá", Carbogniani afirmó que "en el aspecto psicológico sí la afecta". Y aseguró que las veces que tuvo contacto con ella, la vio "muy angustiada" y llevando el embarazo adelante con "mucha preocupación".


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