Belén, Cisjordania. - Una dramática jornada de sangre en los Territorios dejó ayer al menos seis muertos y 26 heridos, incluida Belén como escenario. Blindados y tropas israelíes invadieron por la mañana parte de Belén, acercándose a pocos cientos e metros de la Iglesia de la Natividad y combatiendo con milicianos palestinos. Los palestinos denunciaron la muerte de tres personas en Belén, entre ellos una mujer, y no menos de 25 heridos, en tanto que los israelíes reportaron un soldado con lesiones. En Gaza murió un joven de 21 años bajo el fuego de los soldados israelíes y un niño de 13 debido a la explosión de una granada israelí cuando intentaba desactivarla en un campo. Asimismo, un agente palestino fue ultimado en Ramala, Cisjordania. La violencia, tras una pausa de pocas semanas, se reanudó a gran escala tras el asesinato, el miércoles pasado, del ministro de Turismo israelí Rehavam Zeevi -un exponente de la extrema derecha- reivindicado por el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP). El jueves, los muertos habían sido siete: seis palestinos y un colono israelí muerto cerca de Jericó por francotiradores palestinos. Entre los palestinos muertos ayer está Atef Abayat, uno de los más buscados por Israel, quien falleció en una explosión, se supone de matriz israelí, junto con dos militantes. La incursión israelí en Belén y la vecina Beit Jala se debió a que el barrio judío de Ghilo, construido en un sector ocupado de Jerusalén Este, volvió el jueves a ser blanco del fuego de armas automáticas y morteros desde las ciudades vecinas palestinas, como consecuencia del asesinato de Abayat. Incluso, el repiqueteo de las armas se escuchó dentro de la Iglesia de la Natividad. Se estima que unos veinte blindados israelíes entraron en la periferia de Belén y que los soldados judíos -repelidos por los milicianos tanzim, ala paramilitar de Al Fatah- se atrincheraron en una decena de edificios vecinos a la Tumba de Raquel, en el ingreso a la ciudad autónoma. Por la mañana algunos miles de personas habían participado en los funerales de Abayat y sus dos compañeros muertos en la explosión. Allí, los tanzim juraron vengar la muerte de Abayat, que era su jefe en el distrito de Belén, no dejando una sola noche de tranquilidad a los habitantes de Ghilo, aunque el líder palestino Yasser Arafat ordenase poner fin a la acción. Por la noche, la televisión israelí informó de tres bombas de mortero que cayeron en el barrio judío. (Ansa)
| Tanques israelíes penetran en los suburbios de Belén. | | Ampliar Foto | | |
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