Escherichia coli en carne picada y queso fresco. Este fue el resultado de los análisis que se tomaron en el Hospital Geriátrico Provincial, luego de la intoxicación masiva que afectó a 71 ancianos y que habría causado la muerte de uno de ellos. Sin embargo, esta bacteria no fue encontrada en la misma comida que se ingirió el domingo a la noche -cuando se descompusieron los abuelos- sino que apareció en otra partida. Para el titular del Area VIII de Salud provincial, Lelio Mangiaterra, "esto es gravísimo, una barbaridad". Por eso, pasado mañana se iniciará un sumario para determinar sobre quién recae la responsabilidad, y no se descarta la "rescisión" del contrato de la empresa encargada de proveer los alimentos. Mientras tanto, el funcionario aseguró que "las medidas de higiene están garantizadas".
La intoxicación de 70 ancianos y la muerte de uno de ellos en el geriátrico provincial ubicado en Ayolas 141 obligó al Instituto Municipal del Alimento y al Area VIII de Salud de la provincia a realizar minuciosas inspecciones en la comida que ingieren los abuelos. Por eso, cuando se conocieron los cuadros clínicos de estos internados, se tomaron muestras de varios alimentos para determinar el causante de esta fatalidad.
"De la comida que se consumió el domingo no se pudieron tomar muestras porque no había más", se defendió el titular del Instituto del Alimento, Marcos Monteverde. Esa noche, los abuelos cenaron carne picada preparada en milanesa, pollo, puré, ensalada de verdura con huevo y arroz con leche. Por eso, Monteverde continuó: "Tomamos muestras de leche, agua, queso y carne picada, entre otros alimentos. Y los exámenes dieron positivos en la carne y el queso fresco, donde se detectó escherichia coli".
Esta bacteria se encuentra habitualmente en el tracto digestivo de los animales y puede provocar colitis enterohemorrágica y hasta la muerte. Sin embargo, Monteverde trató de aclarar que no necesariamente esta tiene que haber sido la causa del episodio en el hospital. "Muchas comidas tienen escherichia, que desaparece cuando se cocinan", explicó.
Para Mangiaterra, de todos modos, la presencia de la bacteria es "una barbaridad". El funcionario no descartó igualmente que pueda haber sido "otro bicho", como la salmonela, el que causó la intoxicación. "Por eso se están haciendo los estudios pertinentes", aclaró.
El fantasma del sabotaje
Está claro que la bacteria escherichia coli fue encontrada en otras partidas que no fueron las que causaron la intoxicación de los ancianos. Y precisamente por eso es que se consultó a Mangiaterra sobre las garantías futuras. "Dentro de lo posible se tomaron las medidas necesarias para que no ocurra otra complicación. Lo que pasa es que puede haber sabotaje, que alguien venga y ponga comida en mal estado; no sería la primera vez que ocurra en un hospital", asombró, aunque inmediatamente volvió a sus palabras y aclaró: "No, no pienso que haya habido sabotaje. Lo que pasa que siempre está esa fantasía dando vueltas".
Para garantizar la seguridad alimenticia de los abuelos, la empresa Servicios Alimentarios SA debió cambiar piletas y bachas, además de contar con más elementos de frío. No obstante, Mangiaterra advirtió que "el hecho de que la empresa corrija ahora no la libra de la responsabilidad de lo que ocurrió". Y fue más allá diciendo que "si después de la investigación se determina que se debe rescindir el contrato, tendrá que ser así".