Año CXXXIV
 Nº 49.273
Rosario,
jueves  18 de
octubre de 2001
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"Corazón de caballero", de Brian Helgeland, se estrena en los cines de Rosario
El filme protagonizado por el australiano Heath Ledger da una versión poco convencional del Medioevo

Fernando Toloza

La carta con la que "Corazón de caballero" apuesta a conquistar al público es una comparación: los torneos de caballeros de la Edad Media son lo mismo que los recitales de rock y las finales de fútbol de la actualidad. La comparación está explotada por el filme al máximo y por eso la acción se desarrolla al ritmo de clásicos del rock, desde Queen hasta AC/DC, pasando por David Bowie y Eric Clapton, según se podrá apreciar en la película que se estrena hoy en Rosario.
La acción de "Corazón de caballero" transcurre en el siglo XIV, en Inglaterra. El héroe es un muchacho pobre que sueña con convertirse en caballero en un mundo donde el ascenso social es algo impensable. Por supuesto, en sus deseos no falta la sed de venganza, ese estereotipo que alimenta la identificación del espectador al ver una situación notablemente injusta, donde además los villanos son ciento por ciento villanos, y los "buenos" criaturas sometidas ciento por ciento por la bondad, esa siempre bienponderada y a veces asfixiante virtud.
Para el papel del héroe se eligió a Heath Ledger, el joven actor australiano que hizo llorar a la audiencia en "El patriota", donde interpretó al impulsivo hijo de Mel Gibson. Ledger es William, el vástago de un campesino que tiene una impresentable banda de amigos y un respeto reverencial por su maestro, a quien ve morir a manos de un caballero. Pero aquí, a diferencia de "El patriota", William ocupará un lugar principal y dejará de ser una sombra de su padre. Es más, el padre será la sombra.
Desde el momento en que presencia la injusticia, el corazón y la mente de William se ponen una sola meta: convertirse, como sea, en caballero para darle a la caballería el toque de nobleza que por la corrupción de las costumbres y las ambiciones personales ésta estaba perdiendo. William es a la vez un revolucionario y un conservador porque quiere cambiar las reglas de juego pero para hacer que se respete lo que él considera la dignidad de una tradición. Cambiar para que todo vuelva a ser como antes, en una hipotética edad de oro.
"Si un hombre cree lo suficiente, entonces puede hacer cualquier cosa", le dice el señor Thatcher a su hijo, que no es otro que el joven William. La palabra del padre se convierte en ley para el muchacho y por eso no duda ni un segundo cuando ve una oportunidad de vestirse y actuar como un caballero, aunque ello comporte una mentira enorme.


El puente del rock
"Para que una película funcione, el público debe sentirse invitado a meterse en ella. Ellos se pueden sentir ajenos si exageramos el vestuario de época, el oscuro diálogo y la música antigua. Debe haber elementos que se puedan relacionar. Nuestra meta es crear un puente invisible entre esa época y nuestro tiempo", dijo el director del filme, Brian Helgeland, para explicar la estética de "Corazón de caballero"; estética que no temió abordar un asunto histórico al ritmo de canciones contemporáneas muy populares.
El puente para Helgeland fue un puente sonoro. De esa manera, el tono de la película se arma al son de "We will rock you", de Queen. William y sus compañeros se someten a un entrenamiento durísimo con la ayuda del tema "Low Rider", del grupo War. "Takin’ Care of Business" de Bachman-Turner Overdrive muestra de qué forma William emerge como un líder real y un verdadero amigo. En una escena de un baile noble, la canción de David Bowie "Golden Years" le recuerda al espectador que el primer "amor es mágico en cualquier siglo". "Get Ready" de Rare Earth ayuda a William a arriesgar todo por la caprichosa Jocelyn (Nynn Sossamon), porque una dama a la cual amar es infaltable para cualquier caballero, hasta para el más loco, como fue el Quijote, que se inventó a la Dulcinea a base de la pobre realidad de Aldonsa Lorenzo, la moza de establo llena de hedor y de pelos enmarañados. Y hay más, como Eric Clapton interpretando "Further on up the Road" y AC/DC haciendo "You shook me all night".
Tanta música levantó algunas críticas y sospechas sobre la película, que el director se apresuró a rebatir: "No estamos tratando de vender secuencias con canciones pop. Tratamos de hacer todos los toques modernos, particularmente con la música, para que funcionaran con la película".
El coreógrafo británico Stuart Hopps, quien hace un cameo en la película como el conductor de la danza, tuvo uno de los mayores retos de su carrera para conciliar las raíces de los pasos del siglo XIV con el siglo veinte. Los mismo pasó el compositor Carter Burwell, quien tuvo que resolver un rompecabezas matemático y musical para hacer que coincidieran los dos sonidos en una pieza. Aunque Burwell tuvo ayuda para resolver su dilema y no fue lo que se llama una ayuda menor, sino el propio David Bowie, quien se entusiasmó con el proyecto y ofreció su ayuda para lo que fuese.
"Queríamos crear una película de época que se mantuviera fiel a su tiempo, pero que se sintiera contemporánea. Yo quería que el medioevo se sintiera vivo, como lo estuvo para la gente que lo vivió. Esta gente no vivió en un tiempo arcaico. Ellos estuvieron en el presente", declaró el director y reafirmó su hipótesis de que las justas de caballeros eran los recitales de rock del pasado, demostrando un innegable gusto por el presente y por el rock, al punto de que algunas veces los amigos de William aparecen vestidos tal como se mostraron los Rolling Stone en su gira de 1972, como un regalo para los admiradores del conjunto británico y un guiño a la historia seria para decirle que suele olvidarse de mostrar a la gente viva, lejos del bronce de la solemnidad.



Heath Ledger interpreta a un joven de origen campesino.
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