A la pelea entre Horacio Usandizaga y Hermes Binner que tanto daño electoral le produjo a la Alianza el domingo pasado, se sumó otro elemento que puede agravar la relación entre los integrantes de la coalición: la certeza de que parte de los fiscales y de la estrategia política del ARI trucho fueron aportados por el diputado nacional del radicalismo Juan Carlos Millet.
"Estamos investigando los hechos, para que Millet sea expulsado del radicalismo", dijo ayer a La Capital el concejal Jorge Boasso, usandizaguista.
Millet, ex rector de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), es dirigente del sector del radicalismo aliado a Binner en las elecciones del domingo y fue así que su pareja, la concejala Daniela León, resultó reelecta con lo justo integrando (en quinto lugar) la lista de Mónica Fein, secretaria de Salud Pública municipal.
Todos saben, en el mundo de la política, que Millet es íntimo amigo de Mario Vallone, mentor éste de la lista del ARI trucho que tanto revuelo causó desde el domingo cuando se supo que consagraba una concejala por la presumible confusión de los votantes con una lista de Lilita Carrió (ayer prácticamente quedó asegurado que no sólo la ignota Sandra Cabrera será concejala, sino también el propio Mario Vallone).
Autoridades de la Junta Electoral confirmaron ayer a dirigentes socialistas, radicales y también a La Capital que un sublema con la sigla ARI había sido inscripto por Millet por dentro del radicalismo provincial: llevaba por apoderado a Rubén Lelli. Y que a los pocos días, al parecer por no haber llegado a un acuerdo con la Carrió y porque ésta daba el portazo a la Unión Cívica Radical, Millet debió bajar el sublema.
El dato que exhibían anoche es que apenas se bajó este sublema apareció el nombre del otro (Ahora Reales Ideas), pero por el lado del partido de Vallone, Polo Social, como si se hubiese tratado de una maniobra de prestanombre acordada. Los números de expedientes podrían ser correlativos, en cuyo caso las sospechas estarían casi demostradas.
Los pasos de Adriana Dana
Otro dato es que en la lista de la electa Sandra Cabrera aparece en el cuarto lugar el nombre de Adriana Dana, afiliada radical que en las pasadas elecciones internas (seis meses atrás) fue candidata a delegada al comité departamental en la seccional 3ª por la lista Naranja, integrada por Millet, los celestes y los blancos; todos éstos perdieron mayoría y minoría frente a Convergencia (usandizaguista). Dana, entre paréntesis, no habría tenido un paso feliz por la Facultad de Derecho de la UNR como empleada no docente donde se le abrió un sumario por graves irregularidades, según relataban ayer decenas de militantes de Franja Morada.
Informes bancarios ubican, a esta última, en situación 3 y 4 en los bancos Suquía y Santa Fe, y 1 en el Hipotecario, Boston y Municipal; las deudas suman todas cerca de 15.000 pesos.
"De acreditarse estos hechos y circunstancias, hay que pedir la expulsión de Millet del radicalismo. Seguiremos investigando y lo denunciaremos ante el tribunal de ética partidario". Así, sin medias tintas, se despachó el concejal Boasso, reelecto concejal por el radicalismo.
"Tenía comentarios de que Millet estaba detrás de la inscripción del ARI auténtico y del ARI trucho -expresó Boasso-. De lo que no tengo dudas es de la íntima amistad con Vallone ya sea saliendo juntos, yendo al mismo gimnasio de calle Dorrego, compartiendo el bar del Paseo del Siglo".
Boasso dijo: "Todo esto explica por qué la concejala Daniela León haya sido una representante de la postura de los bolicheros cuando pedían la modificación de la ordenanza 6.326". A Vallone siempre se lo señaló como dueño de La Morena, en avenida Belgrano casi Sargento Cabral, que estuvo a nombre, precisamente, de Sandra Cabrera.
"Esa actuación le valió a Daniela León la profunda diferencia con el resto del bloque, que presidía yo -manifestó Boasso-, y al que ella traicionara con su permanente accionar. Ha sido una gran traidora a los principios del radicalismo; su único merito fue ser la mujer de Millet, que la incluyó en el quinto lugar gracias a los negocios políticos que mantiene con Eduardo Di Pollina", diputado provincial del socialismo popular. "Todo indica que Millet siguió también el camino de la traición a nuestro partido", sentenció.
La Ciudad
