Un fiscal pide investigar caso de gatillo fácil

Un fiscal de Cámara apeló el sobreseimiento de dos agentes del Comando Radioeléctrico involucrados en la muerte de los jóvenes Andrés Velázquez, de 14 años, y Walter Caballero, de 19, ocurridas en septiembre de 1999 en un presunto caso de gatillo fácil.
El fiscal José María Peña coincidió en los argumentos presentados por los familiares que cuestionaron la resolución del juez que realizó la investigación, Juan José Pazos. El magistrado consideró que los policías Claudio Kleiman y Mario Díaz actuaron en legítima defensa al asumir que los jóvenes murieron en un enfrentamiento.
Pero los familiares y organismos de derechos humanos sostienen que los chicos estaban desarmados y que fueron ejecutados mientras se encontraban comiendo galletitas y tomando gaseosas en la esquina de Spiro y Cepeda.
Entre las pruebas que contradicen la versión oficial y forman parte de la investigación se encuentra el testimonio de cuatro testigos que vieron a los jóvenes comiendo galletitas y desarmados cuando llegó la policía; la versión de testigos que vieron ingresar a los agentes al pasillo y escucharon disparos de un mismo calibre y distanciados entre sí, que se contradicen con la existencia de un tiroteo y la declaración del padre de Velázquez quien vio caer muerto a Caballero y comprobó que estaba desarmado, lo cual se encuentra avalado con el resultado negativo del dermotest practicado a los menores.
Estos argumentos fueron planteados por el abogado Fausto Irure, representante de la familias Velázquez, quien pidió que se amplíe la pericia para establecer si hubo posibilidades o no de que se haya producido un enfrentamiento el día en que murieron Caballero y Velázquez.
Tras la apelación del fiscal, será la Cámara Penal la que deberá decidir los pasos de la causa.