| | Imputados por balear en un ojo a un joven Se trata de dos policías que dispararon con proyectiles de goma contra los asistentes a un recital
| Un agente de la Guardia de Infantería y el subjefe de la Brigada de Investigaciones de la Unidad Regional II fueron imputados por las graves lesiones que sufrió un chico durante el recital de Divididos en el Centro de Expresiones Contemporáneas, cuando fue alcanzado por una bala de goma en un ojo y estuvo a punto de perder la visión ya que del otro ojo es ciego de nacimiento. El joven, que resultó herido cuando la policía reprimió un disturbio en el acceso al espectáculo, recuperó parcialmente la visión luego de enfrentar costosas cirugías y tratamientos que todavía no terminó de pagar. Por eso iniciará al Estado una demanda por daños y perjuicios. Los policías imputados son el agente del CGI Maximiliano Gustavo Maldonado y el subjefe de la Brigada de Investigaciones, comisario Sergio Marcelo Coronel, quien estaba al frente del operativo policial del 17 de marzo pasado durante el espectáculo de Divididos en el CEC, de Sargento Cabral y el río. Ese día, Marcelo Cerana, de 27 años, sufrió una lesión que le ocasionó graves secuelas mientras se encontraba junto a su novia escuchando el recital desde el parque España. Casi al final del show se produjo un incidente en una de las entradas cuando un grupo de gente trató de ingresar pero la policía respondió con disparos de balas de goma. Uno de esos proyectiles alcanzó a Marcelo y lo dejó ciego al impactar con fuerza en su único ojo sano. El golpe del proyectil le ocasionó un traumatismo ocular seguido de una hemorragia interna. En los últimos seis meses debió viajar a Buenos Aires para someterse a una serie de cirugías que le permitieron recuperar parcialmente la visión, aunque su estado es delicado y debe controlarse permanente. El joven perdió su trabajo y debió solicitar una serie de créditos para poder costear los tratamientos. Inicialmente se desconocía qué fuerza de seguridad intervino en el hecho, ya que los disturbios no quedaron asentados en un parte policial. Pero el muchacho denunció el caso en el juzgado de Instrucción Nº 13, a cargo de Osvaldo Barbero, y se determinó que el procedimiento estuvo a cargo del subjefe de Investigaciones. Según datos de la causa, dos grupos del Cuerpo Guardia de Infantería integrado por siete hombres cada uno prestaron servicios adicionales en la custodia del recital. Maldonado lideraba el grupo que actuó en el sector donde se produjeron los disturbios. Tanto él como Coronel llevaban escopetas con cartuchos antitumultos. De acuerdo la declaración de Maldonado, el ingreso de espectadores fue normal y todo se desarrolló sin inconvenientes hasta que, al mediar el show, un grupo de gente sin entrada se acercó al acceso lindero al parque España. Como la multitud avanzaba cada vez más "Coronel ordenó que (los policías) avancen para correr a la gente hacia atrás, con colaboración de la Sección Perros. Una vez que retrocedieron volvimos al lugar de origen". Sin embargo, según sus dichos, la maniobra se repitió y hacia el final del recital "la multitud se abalanzó y comenzó a arrojar objetos contundentes, piedras y botellas, a unos 7 metros del vallado. Quienes arrojaban eran de las filas de atrás". Entonces, por orden de Coronel, ambos realizaron "unos cuatro o cinco disparos al aire" para despejar el sector. Los testigos del episodio dieron una versión diferente: señalaron que los disparos fueron "al cuerpo". El proyectil que hirió a Marcelo en el ojo jamás fue secuestrado. Ahora el magistrado ordenó por tercera vez al Hospital Centenario que remita la historia clínica del muchacho para determinar la gravedad de la lesión. Paralelamente, el joven lesionado inició un trámite administrativo en el Ministerio de Gobierno, a fin de reclamar una indemnización por daños y perjuicios.
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