Mirás se pronunció ante Juan Pablo II en contra de títulos y honores de la Iglesia

El arzobispo de Rosario instó a la cúpula eclesiástica a realizar "un gesto" de acercamiento a la gente

El arzobispo de Rosario, Eduardo Mirás, hizo una intervención de ocho minutos en el sínodo de obispos que se está realizando en el Vaticano, donde pidió la abolición de honores y títulos reservado a las autoridades eclesiásticas. "Ayudaría mucho renunciar a honores, títulos y vestimentas que saben a reconocimiento secular e impiden aparecer como padre, hermano y amigo", instó Mirás ante el Papa y 280 obispos que participan del primer sínodo del siglo XXI.
De este modo, el arzobispo rosarino se sumó al fuerte llamado que hizo Juan Pablo II cuando les pidió a los obispos que "sean efectivamete pobres", por lo que varios de sus pares latinoamericanos también afirmaron que había que finalizar con la denominación de "eminencia" o "excelencia" a cardenales y obispos. Incluso algunos de los participantes pidieron que se abandone el uso de hábitos imponentes, ya que -entienden- alejan a las autoridades de la sociedad.
El sínodo eclesiástico, que sesionará hasta fin de mes, aborda como tema fundamental "El obispo: servidor del Evangelio de Cristo y esperanza del mundo".
Mirás tomó la palabra, como vicepresidente primero del Episcopado argentino, e hizo una intervención de varios minutos ante el Papa sin eufemismos. "El pueblo guarda del obispo la imagen predominantemente del hombre influyente en el poder secular. Hacen falta gestos institucionales aunque sean pequeños y cotidianos para mostrar que verdaderamente desea servir en proximidad, ser solícito con todos y lejano a la figura de simple administrador", dijo. Las repercusiones del discurso del arzobispo no se hicieron esperar. El titular de Cáritas Rosario, Osvaldo Bufarini, dijo que la ponencia de Mirás fue de "gran valor". "Muchas veces se aleja a los obispos de la realidad, pero ellos hacen un gran esfuerzo por estar junto a la comunidad y todos los problemas sociales", apuntó. Más aún, Bufarini admitió que el propio Mirás ha mostrado un cambio en su actitud y en más de una oportunidad condenó "la perversión" del sistema que condena a las grandes mayorías a la exclusión social.
En el Vaticano, también Mirás hizo hincapié en la necesidad de estrechar la comunión entre todos los obispos del mundo y el propio Santo Padre. "La colegialidad en la Iglesia-comunión debería acentuarse más, igual que la importancia de las conferencias episcopales", aseveró.

El arzobispo Eduardo Mirás se sumó al llamado del Papa.