Sue Pleming
Washington. - La investigación de tres casos de carbunco (ántrax, en inglés) en el Estado de Florida ha tomado un carácter criminal, pero todavía no hay evidencia que señale una relación con los ataques del 11 de septiembre, dijo ayer el procurador general John Ashcroft. En un programa de televisión matutino, Ashcroft dijo que todavía no se había podido confirmar la fuente de las bacterias de ántrax halladas en las oficinas de American Media Inc, una compañía de publicidad de periódicos sensacionalistas en Boca Ratón, Florida. "Estamos considerando esto como un asunto criminal e investigamos con mucho cuidado", expresó Ashcroft a la cadena de televisión CNN. El miércoles un tercer empleado, una mujer de 35 años, dio resultados positivos de exposición al ántrax. Un editor de fotos de 63 años, que trabajaba para el periódico Sun, murió el pasado viernes. Cuando se le preguntó si esto podría ser el primer ataque biológico desde los terribles sucesos del 11 de septiembre, Ashcroft manifestó que no podía confirmarlo. "No creo que sea concluyente. Obviamente el ántrax es un asunto muy serio y su presencia resultaría muy rara en ese escenario, dijo a la CNN. En tanto, diez cartas entregadas en la ciudad alemana de Wiesbaden con el lema "La guerra santa comienza" y firmadas por "el agente ántrax" parecen haber sido una falsa alarma. Exámenes iniciales no arrojaron trazos de un ataque biológico, aunque 16 personas fueron hospitalizadas para un tratamiento con antibióticos, como precaución.
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