Los granos locales se mantuvieron estables

El mercado de granos disponibles de la Bolsa de Comercio de Rosario ayer registró una mejora de un peso para el trigo disponible, mientras que el maíz y la soja no acusaron cambios. En tanto, en Chicago el poroto ajustó con leves subas, tras desarrollar una jornada con oscilaciones.
La soja disponible se pagó 170 pesos destino a instalaciones portuarias y fábricas de San Lorenzo y San Martín, y aceiteras de Ricardone y General Lagos. Los lotes de la próxima campaña y entrega en mayo de 2002 no sufrieron modificaciones y cotizaron a 158 pesos para San Martín y 157 para fábricas de General Lagos y San Lorenzo.
Por su parte, Agricultura estimó que la intención de siembra se elevará de 11,1 millones de hectáreas, respecto de los 10,9 millones de la campaña anterior.
En Chicago, el poroto ajustó con subas de 0,46 dólar, tras abrir la rueda en baja presionado por las mayores estimaciones de cosecha de Sparks que calculó una producción de 77,75 millones de toneladas en EEUU. Más tarde el avance de la cosecha norteamericana y la cautela por el conflicto en Medio Oriente impulsaron el precio.
El maíz físico local se comercializó a 86 pesos para la exportación desde San Lorenzo, San Martín y Rosario, y a 85 pesos para San Nicolás y San Pedro. La mercadería a futuro con entrega en marzo/abril cotizó a 86 pesos para San Martín, San Lorenzo y General Lagos, y a 85 para San Nicolás. De esta forma, el grano grueso siguió firme alentado por las buenas cifras de exportaciones que en el caso de los lotes de la próxima campaña ya alcanzan 1,7 millón de toneladas, según declararon los exportadores a Agricultura.
El trigo disponible se pagó 105 pesos, uno más que en la rueda anterior, con descarga en puertos de San Lorenzo hasta el día 10 de este mes, mientras que las entregas hasta el día 15 se pagaron 104 pesos. Los lotes de la próxima campaña y descarga en enero cotizaron a 99 pesos para San Martín, 98,5 para San Lorenzo, Rosario y General Lagos, 98 para San Nicolás, y 97 para San Pedro. De esta forma, los precio del disponible siguen firmes porque se mantiene el ritmo de exportaciones, pero la mercadería nueva se ve amenazada por una mayor cosecha y una posible profundización de la devaluación en Brasil.