Al cumplirse un año de la renuncia de Carlos Chacho Alvarez a la vicepresidencia, todo indica que el Frepaso iniciará su despedida definitiva de la Alianza, en el marco de un proceso que apunta a recuperar autonomía parlamentaria y espacio político.
La salida de Alvarez, el primer quiebre profundo de la Alianza en el poder, derivó también en una aguda crisis del Frepaso que en aquellos momentos enfrentaba ya una discusión interna producto de la oposición de algunos de sus dirigentes con las medidas del gobierno.
La situación se agravó con el correr de los meses y quedaron en el camino partidos como el socialismo democrático y la democracia cristiana, en tanto muchos de los dirigentes que quedaban buscaron otros rumbos en el ARI de Elisa Carrió o el Polo Social del padre Luis Farinello.
Ayer, mientras Nilda Garré, una histórica frepasista, abandonó su puesto en el gobierno y Juan Pablo Cafiero, el único miembro del sector en el gabinete está más cerca de irse ante el inminente recorte en los fondos sociales, los tiempos parecen acortarse.
Según revelaron voceros frepasistas, a fin de mes se realizará un plenario para decidir los pasos a seguir. "No se si va a haber un día en que vamos a decir que nos vamos del gobierno, sino que va a ser un proceso que va a desembocar ahí, en un bloque con autonomía", indicaron, en tanto confirmaban que se trabaja en la elaboración de un plan económico alternativo, fundamentado en la necesidad de renegociar el pago de los vencimientos de la deuda externa.
La fuente consideró que la división en la cámara de Diputados es "irreversible" y precisó que la brecha entre el Frepaso y la UCR se agrandó cuando el gobierno pidió al oficialismo la aprobación de la ley de déficit cero.
La autonomía que intentan recuperar en la Cámara baja implicaría el alejamiento de Darío Alessandro de la presidencia del interbloque aliancista.
Votos por el divorcio
"Hay una inmensa mayoría de los legisladores del bloque que opinan" que tienen que separarse, estimó una de las fuentes consultadas. El diputado Carlos Raimundi reconoció que "en la medida que no se modifique el eje de la política oficial a favor de los sectores más poderosos, dejando relegada a la gente, el Frepaso tomará mayor autonomía y distancia".
Por su parte, el senador Pedro del Piero, único frepasista en la Cámara alta, admitió que el Frente tendrá a fin de mes un congreso partidario "donde va a fijar su posición" y decidirá su permanencia o no en el gobierno "y de nuestra gente en el Parlamento", apuntó.